Desde hace unos días, Amazon también es una compañía líder en el segmento del coche eléctrico. Una de sus grandes inversiones, la startup Rivian, debutó el miércoles 10 de noviembre en Bolsa, finalizando la jornada con una valoración de 88.000 millones de dólares tras crecer un 29% en apenas unas horas.
Se trata de la mejor salida a Bolsa de una compañía estadounidense desde la de Facebook en 2012, lo que convierte a Rivian, que en 2019 obtuvo 700 millones de dólares de Amazon por el 22,4% de la propiedad -es el máximo accionista-, en el segundo fabricante de vehículos eléctricos de Estados Unidos, superando a Ford o General Motors y solo por detrás de Tesla.
Todo ello, a pesar de haber entregado apenas 156 de sus camionetas 100% eléctricas, la mayoría de ellas a empleados de la propia compañía. A pesar de ello, cuentan con 55.400 pedidos, que no terminarán de fabricar hasta finales de 2023, a las que habría que sumar un importante pedido de Amazon…
En concreto, el gigante del comercio electrónico encargó a Rivian la fabricación de 100.000 furgonetas de reparto eléctricas, dentro de los planes de Amazon para convertir su flota en 100% renovable antes de 2025. En este sentido, la compañía entregará las 10.000 primeras unidades en 2022, y no terminará de fabricar vehículos para la compañía dirigida por Andy Jassy hasta, al menos, el año 2030.
Aunque todavía no han entregado la mayoría de sus pedidos, el fabricante de vehículos eléctricos de Amazon ya cuenta con la estructura necesaria para conseguirlo. Tienen en nómina a unos 6.000 empleados, y aseguran tener la capacidad de producir 150.000 vehículos cada año a pesar de que perderán más de 1.200 millones de dólares en el último trimestre de 2021.
Amazon se adelanta a un proceso irreversible
La temprana inversión de Amazon en Rivian vuelve a poner de manifiesto la capacidad de la compañía fundada por Jeff Bezos para detectar nuevas oportunidades de negocio en diferentes sectores. En este sentido, la exitosa salida a Bolsa de la compañía muestra las altas expectativas y la confianza que los inversores tienen en la movilidad eléctrica como negocio de futuro.
Sobre este tema, los gobiernos de 30 países se comprometieron en la última cumbre del clima, celebrada hace unos días en Glasgow, junto a seis grandes firmas mundiales, a dejar de producir vehículos de combustión para 2035. De cumplirse, este objetivo llegaría diez años más tarde de que Amazon hubiera culminado el proceso de renovación de su flota.
En concreto, Ford, General Motors, Volvo, Mercedes-Benz, Jaguar Land Rover y BYD serían las grandes compañías que han firmado el acuerdo con 30 administraciones, entre las que todavía no se encuentra España. Sin duda, una noticia que marcará el futuro de la movilidad, y que justifica la salida a Bolsa de Rivian o el estratosférico crecimiento de la valoración de Tesla durante los últimos meses.