Países de todos los continentes se están uniendo y llevando a cabo las medidas regidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para detener al coronavirus, aunque hay algunos países, como Estados Unidos, que han decidido dar la espalda al organismo y hacer la guerra por su cuenta. El país norteamericano ha dejado de aportar dinero a la OMS.
Ponerse de acuerdo para atacar un mismo objetivo, no siempre es fácil y más aún si las partes implicadas son rivales en el mismo sector. Este es el caso de Apple y Google, que han puesto en marcha una rara asociación para aportar tecnología a sus plataformas de teléfonos inteligentes que alertará a los usuarios si han entrado en contacto con una persona con Covid-19. Las personas no están obligadas a utilizar el sistema, pero tiene el potencial de monitorear aproximadamente un tercio de la población mundial.
La tecnología, conocida como rastreo de contactos, está diseñada para frenar la propagación del nuevo coronavirus al decirles a los usuarios que deben ponerse en cuarentena o aislarse después del contacto con un individuo infectado. Este tipo de tecnologías ya han sido puestas en práctica en países como China o Corea e implementada también en España con la colaboración de Google.
La herramienta fruto de la unión entre Google y Apple funcionará como un sistema de notificaciones, con la particularidad de que en esta ocasión no serán notificaciones de amistad, sino que si un usuario da positivo por Covid-19 y agrega esos datos a su aplicación de salud pública, los usuarios con los que se acercaron durante los últimos días serán notificados. Este período podría ser de 14 días, pero las agencias de salud pueden establecer el rango de tiempo.
Pero los dos gigantes tecnológicos pretenden ir un paso más allá. En los próximos meses, ambas compañías incorporarán la tecnología directamente a sus sistemas operativos para que este software de rastreo de contactos funcione sin tener que descargar una aplicación. Eso sí, los usuarios deben seguir aceptando el consentimiento de uso de sus datos.
Esta forma de operar entrará en conflicto con las leyes de protección de datos, que podrían sufrir alteraciones y cambios en su concepción debido a la actual crisis sanitaria. ¿Pueden las grandes empresas tener este control sobre los usuarios? Como dato, Apple y Google tienen alrededor de 3.000 millones de usuarios entre ellos, más de un tercio de la población mundial.
Donald Trump ya ha alertado de los movimientos de estos dos participantes del comercio mundial tecnológico. “Las reservas de datos colosales de Google sobre los movimientos diarios de los estadounidenses, junto con el poder de los gobiernos locales, estatales y federales es una perspectiva alarmante”.
Por su parte, ambas compañías defienden su labor en la contienda contra el COVID-19: “Todos nosotros en Apple y Google creemos que nunca ha habido un momento más importante para trabajar juntos y resolver uno de los problemas más acuciantes del mundo”, dijeron las empresas en un comunicado conjunto.