Advertisement
01 Abr, 2023

Emprendedores Logo

×

Ayudas para emprendedores con discapacidad

Además de los recursos a los que puede acceder cualquier emprendedor a la hora de poner en marcha su proyecto, existen acciones específicas para las personas con discapacidad

Fundación ONCE

Esta institución cuenta desde hace 25 años con un programa presupuestario para apoyar iniciativas de emprendedores con discapacidad. “En los últimos cinco años hemos apoyado 440 iniciativas en toda España, con más de 3,7 millones de euros en ayudas económicas”, explica la directora de Empleo de la fundación, Sabina Lobato. En su seno acoge a FSC Inserta, entidad que convoca el programa ‘Por Talento’, cofinanciado por Fundación ONCE y el Fondo Social Europeo y destinado a impulsar y motivar el emprendimiento. En estas ayudas se incluye formación, asistencia técnica y subvenciones económicas para las inversiones necesarias para el inicio de actividad. El importe máximo de las ayudas concedidas por la fundación alcanza los 18.000 euros.

Comunidades autónomas

“Las ayudas para emprendedores con discapacidad, como para el resto de emprendedores, se encuentran en el ámbito de gestión de las distintas comunidades autónomas”, indica Lobato. Las ayudas se dirigen esencialmente a la tutela y a la formación del emprendedor.
SEPE. El Servicio Público de Empleo Estatal cuenta con un programa de promoción de empleo autónomo para personas con discapacidad, “que tiene como objetivo financiar proyectos a personas con discapacidad desempleadas que deseen constituirse como trabajadores autónomos”, reseña Moreno. La Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, contempla medidas dirigidas a jóvenes menores de 30 años. Hay subvenciones por el establecimiento como trabajador autónomo, cuya cuantía viene determina por los Servicios Públicos de Empleo, graduándose en función de la dificultad para el acceso al mercado de trabajo del solicitante.

Bonificación en la cotización

Manjavacas recuerda que la famosa ‘tarifa plana’ de la cuota de autónomos se amplía para este colectivo. “En el caso de jóvenes menores de 35 años con un grado de discapacidad reconocida igual o superior al 33%, la reducción del 80% se aplicará durante los 12 primeros meses desde la fecha de alta. Después, se mantendrá la bonificación del 50% hasta cinco años”. La bonificación del 50% durante los primeros cinco años en el RETA se extiende a todas las personas con discapacidad. Moreno advierte que “si durante ese tiempo te das de baja un solo mes, pierdes el derecho de la bonificación del resto de mensualidades”.

Otras instituciones

La responsable de Fundación ONCE remarca que “algunas entidades financieras cuentan con líneas de financiación específicas para personas con discapacidad”. También hay otras instituciones que apoyan a este colectivo en el emprendimiento. Desde la cátedra de investigación para el fomento del emprendimiento de las personas con discapacidad de la URJC se ofrece formación, mentorización y coaching gratuitos para el emprendedor con discapacidad. Además, quiere promover un programa de becas para cubrir parte de los gastos de alquiler de los espacios en los viveros de empresa. Asimismo, la cátedra cuenta con un acuerdo con Fundación Universia, con quien desarrollará programas específicos de formación y becas para emprendedores con discapacidad.

BJ Adaptaciones

Cubrir un nicho de mercado no cubierto


BJ Adaptaciones surge de la necesidad, pero también del empuje y las ganas de vivir de Joaquín Romero, que lleva más de 20 años lidiando con una esclerosis múltiple. En 2002, los efectos de esta enfermedad degenerativa ya eran acusados, por lo que decidió adaptar su casa para minimizar el impacto de la reducción de movilidad en su vida cotidiana. Entonces descubrió que en el mercado no existían las soluciones que necesitaba. “Había empresas de domótica, que permitían regar las plantas del jardín, bajar un toldo… pero lo que yo que quería era poder controlar mi casa si un día no podía usar las manos”, explica Joaquín.

Vio la oportunidad y se asoció con su hermano Borja para crear la compañía. “Ni él ni yo nacimos con vocación de emprendedores. Fue más la necesidad y el carácter connatural de los dos hacia la innovación”, afirma. BJ Adaptaciones diseña, produce y distribuye todo tipo de soluciones para aumentar la autonomía y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Cuenta con un amplísimo catálogo, que incluye conmutadores sencillos o de precisión (para manejar con el dedo índice o pulgar, con soplido o aspiración, con el mentón o la lengua, con el pie …), sistemas de control del entorno doméstico (interfono, luces, persianas, puertas…), avisadores, dispositivos para manejar el ordenador, móvil o tablet (con la mirada, con ratones adaptados o desde el joystick de la sillas de ruedas), equipos de comunicación aumentativa, juguetes adaptados, camas, etc.

Vende tanto a particulares como a instituciones y exporta a más de 15 países. “Hace 4 ó 5 años vimos lo que se venía encima. Nuestros clientes dependían casi al 100% de las ayudas públicas, así entendimos que había que dar el salto internacional”. La empresa ha conseguido consolidarse sin ningún tipo de ayuda financiera. “Debías tener un nivel de ingresos muy precario para poder pedir aquello. Tuvimos que recurrir al entorno familiar”, declara Joaquín.

Desde el punto de vista empresarial, la enfermedad de Joaquín ha supuesto más una fortaleza que una debilidad. “Hablar de silla a silla con un cliente da una entrada directísima. Ven que no hablas como un comercial”, apunta.

Romero, con esclerosis múltiple, detectó la necesidad no cubierta de soluciones para personas como él

Palets Bakiola

Aprovechar la experiencia laboral


Palets Bakiola es fruto del empeño de Sabino Calvo. Hace dos años, cerró la empresa de compra, venta y recuperación de palets en la que trabajaba. Se quedaba en el paro en un momento complicado de su vida, con 48 años de edad y en plena crisis económica. Además, Sabino tiene una discapacidad reconocida del 52%, debido a un trastorno bipolar que ha conseguido mantener a raya. Y el desconocimiento de la sociedad acerca de las enfermedades mentales es un obstáculo que complica la búsqueda de empleo.

Decidió dar un paso adelante y no desperdiciar sus más de 15 años de experiencia en el sector del palet. “Hablé con mi familia y les expliqué que, con mi edad, iba a ser difícil encontrar empleo. Hicimos números y me reuní con excompañeros para plantearles lo que quería hacer”, explica Sabino. Había decidido crear una empresa de recuperación de palets, aprovechando su conocimiento y el capital humano que quedó desocupado tras el cierre de su anterior compañía.

Seleccionó a aquellos que mejor se amoldaban a su proyecto y empezó a dar los primeros pasos para montar su negocio, poniendo sus ahorros y la capitalización del desempleo para cubrir las inversiones necesarias. Aunque no se trata de un centro especial de trabajo, Sabino está haciendo especial hincapié en la contratación de personas con al menos un 33% discapacidad. Actualmente, trabajan otras tres personas con discapacidad.

La enfermedad no le ha supuesto un inconveniente a la hora de emprender, aunque sí denuncia ‘juego sucio’ por parte de algunas empresas de la competencia, que han intentado utilizar la discapacidad de Sabino y de algunos de sus empleados para desprestigiar su trabajo. “Decían que éramos un desastre y que con nuestra discapacidad no íbamos a llegar muy lejos. Hemos demostrado que no”, afirma.

Sabino contó con el apoyo de la Fundación ONCE, guiándole en sus inicios y prestando asesoramiento