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07 Jun, 2023

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7 realidades que debes conocer sobre los planes de negocio

Un problema de origen es concebir la elaboración del plan de empresa como un fin en si mismo, no como un medio para contratar, desarrollar, mejorar y poner en común (en el caso de que emprendas con socios) tu idea de negocio. 

7 realidades que debes conocer sobre los planes de negocio

En un entorno de incertidumbre, la planificación no existe como la entendemos como se hacía tradicionalmente: le dedico tres meses a esto y tres meses a esto otro, sino que la planificación y el desarrollo de nuestro producto o de nuestro servicio viene marcado por los hitos que vamos consiguiendo. Por este motivo, debes tener muy claro que:

1. Es un error ceñirse al plan de empresa y ‘enrocarse’ en él

Después de tanto trabajo realizando el plan de empresa lo primero que deberemos hacer es ser flexibles para salirnos de lo programado en él y adaptarnos a la realidad. Así de sencillo y pero así de importante.

2. Los plazos se hacen siempre más largos

Los emprendedores no disponen de un minuto libre, todo se complica, nada sale como teníamos visto en el plan de negocio: las obras de acondicionamiento se retrasan, los trámites administrativos o bancarios son más lentos de lo previsto, el microcrédito solicitado a la administración tardará una semana más de lo previsto.

El contraste entre lo planeado y lo previsto se da siempre –o casi siempre- y es en contra del emprendedor. Es necesario planificar un cronograma que no suceda en un entorno ideal donde todo funciona a la perfección sino dejar espacio en esta planificación a los retrasos imputables a nosotros mismos o a los demás.

3. Van a surgir en un momento u otro conflictos entre los socios

En un primer momento todos el nivel de altruismo entre los socios y de predisposición al trabajo es muy elevado. Los posibles roces o diferencias de criterio se posponen para después del día O – la puesta en marcha de la empresa- Cuando esto sucede las tensiones, inevitablemente, surgirán. Disparidad sobre la percepción de la carga de trabajo de cada uno, qué hacer con los beneficios (distribuir o reinvertir en la empresa) decisiones a medio plazo sobre la empresa…etc.

El porcentaje de empresas que desaparecen en los primeros años por este motivo es mucho más elevado de lo que se cree. Lo que ocurre es que en los estudios y estadísticas que se realizan a los promotores se responde que por criterios económicos y/o de viabilidad se ha cerrado la empresa. Si profundizásemos más en ocasiones los problemas vienen originados por los socios o directamente son una justificación para no contestar algo que a nadie nos gusta reconocer: “me he enfadado con mi socio”.

4. Los costes fijos siempre son más altos

Es muy habitual que los costes fijos planificados no incluyan todos los que vamos a incurrir, no serán cantidades elevadas por lo general , pero si afecta a bastantes conceptos nos encontraremos con posibles problemas de tesorería, y en el momento tal vez más delicado de la empresa.

5. Los cobros no son siempre a 30 días

Nuestras previsiones de cobros y pagos también suelen ser optimistas, esos clientes que nos dijeron que nos pagarían a 30 días ahora dicen que no lo harán y tendremos que actualizar cobros a través de pagarés, descuentos financieros…etc. que reducirá nuestros ingresos efectivos.

6. Vas a tener impagos

En el plan de empresa no se suele recoger esta posibilidad. Pero en la realidad no es tan extraña y dependiendo del importe o peso total de la facturación supone un riesgo para la tesorería de la empresa.

7. Compromisos fallidos

Ni los clientes, no los proveedores que se mostraron entusiasmados cuando le presentamos el proyecto y les propusimos colaboración, ahora nos dan largas y excusas para no servirnos o comprarnos. Esto es habitual, a nadie nos gusta decir que no y cuando nos plantean un proyecto o una nueva idea animamos a quien lo hace. Pero de lo dicho a que esto se concrete en una compra o en facilitar materia prima a 60 días hay una gran diferencia. En lo posible buscar acuerdos formales y por escrito –en proveedores principalmente- ya que con clientes –excepto que se oferten contraprestaciones- es mucho más difícil.