Simon Morton, uno de los principales expertos mundiales en presentaciones, fundador de la consultora Eyeful Presentations, defiende en su libro El laboratorio de las presentaciones (Deusto, 2016) que “un contenido atractivo no ha de ser juzgado por el volumen, su valor está en hasta qué punto apoya y contribuye a lo que intentas que el público recuerde: tu mensaje”.
“El problema con el contenido de las presentaciones es normalmente positivo: simplemente, ¡hay demasiado!”, defiende.
Así, entiende, tienes que aprovechar hasta el último minuto para asegurarte de la calidad de tu presentación. Así este experto, recomienda que 24 horas antes de una presentación des estos pasos:
1. Revisa la presentación e identifica el único mensaje clave que necesitas compartir con tu público. Escríbelo y tenlo como referencia mientras repasas las diapositivas y los recursos visuales.
2. Comprueba cada diapositiva y asegúrate de que ayuda a impulsar tu mensaje clave. Si no funciona, descártala.
3. Ve avanzando por las diapositivas, eliminando todas las palabras que te parezcan prescindibles. Empieza con los verbos.
4. Si vas a hacer la presentación mediante un portátil o una tableta, comprueba, de nuevo, todas las animaciones y transiciones entre imágenes para asegurarte de que no tienes ninguna sorpresa desagradable.
