– Si ellos disponen de mucha más información que tú, te hallarás en una situación de vulnerabilidad. Actúa de forma gradual y no contraigas compromisos hasta que dispongas de más datos o te ofrezcan mucha más confianza.
– ¿Esquivan tus preguntas o cambian de tema? Cuanto más sigilosos se muestren, más riesgo existe de que puedan estar escondiendo algo.
– No ofrezcas activos (inventos, tiempo, edificios) sin protecciones explícitas.
– Incluye garantías de fiabilidad en cualquier acuerdo. Puedes decir: “Me tranquilizaría y no les costará nada…”.
-Plasma en el acuerdo las consecuencias que entraña sus incumplimiento.
– Reúnete en persona: es más difícil ocultar cosas. En algunas culturas, muchas partes no negocian si no es en persona, ya que de este modo pueden observarse unas a otras.
– Si te incomoda algo que haya quedado en el tintero, pregúntales sin tapujos: “¿Hay algo más que debería saber?”.
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