«Muchas organizaciones emplean las sesiones de tormenta de ideas, pero la mayoría no las lleva a cabo correctamente. Deberían realizarse al menos semanalmente (si no diariamente) y durar no más de 60 minutos cada una (si dura más, las ideas se tornan repetitivas)», asegura Tom Kelley, director general y co-fundador de la consultora de innovación IDEO, en su libro El arte de la innovación (versión Kindle, en inglés).
En el libro apunta qué cinco cosas hay que hacer y qué cinco cosas que hay que evitar para realizar sesiones de tormenta de ideas eficientes:
SÍ:
1. Poned el foco en un problema concreto: «Para poder resolver un problema, debe comenzar por definirlo en términos claros».
2. Jugad sin juzgar: «No perdáis el tiempo debatiendo quién tuvo qué idea, esto puede ser una pérdida de energía».
3. Utilizad números: «Enumerad las ideas. Esto sirve de punto de comparación para saber cuántas ideas se han desarrollado, y los participantes pueden referirse a ellas llamándolas por el número que le corresponden».
4. Emplead los conceptos ‘construir’ y ‘saltar: «Construir significa enunciar una idea ya discutida, mientras se presenta el próximo paso necesario para perfeccionarla. Saltar significa cambiar de dirección totalmente e intentar encontrar una solución diferente».
5. Buscad suficiente espacio para plasmar las ideas: «Cubrid todo el espacio disponible con papel, para poder escribir las ideas por todo el salón. Esto da la oportunidad de visualizarlas mejor. Utilizad material físico, nada de ordenadores».
NO:
1. Dejéis que hable el jefe primero. «Mandadlo a tomar café», sugiere Kelley.
2. Convoquéis a expertos: «Con frecuencia, las grandes ideas vienen de quien menos se las espera».
3. Utilice lugares predeterminados: «Si sólo se hace una vez al año, en una ocasión especial, en un sitio alejado – no está mal, pero estará limitando las oportunidades a ese único evento».
4. Exijáis seriedad en todo momento: «Aniquila la creatividad».
5. Toméis notas de todo: «Tomar notas puede desviar su enfoque hacia el lado equivocado de su cerebro».