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04 Jun, 2023

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Del aislamiento térmico a las coronas de flores

Del aislamiento térmico a las coronas de flores
Del aislamiento térmico a las coronas de flores

Esta empresa conoce a la perfección la espuma rígida de poliuretano in situ (PUR), uno de los materiales que utilizan para los aislamientos térmicos que instalan en viviendas, garajes, naves industriales… Fundada en 1979, Aislabin, formada por una modesta plantilla de ocho personas, tenía en esta actividad su principal fuente de facturación para tales.

Hasta que un día, uno de sus clientes, un mayorista que operaba en el sector floral, les lanzó una idea: ¿por qué no utilizar la espuma rígida de poliuretano para realizar coronas de flores? Dicho y hecho: “Empezamos a probar diferentes formulaciones para intentar dar con el producto adecuado, que debía sostener bien la flor y a la vez contar con el agarre suficiente como para que la flor no se cayese”, cuenta Javier Martínez, director de Calidad. En un primer momento, las coronas funerarias se fabricaban de forma puntual, en los ratos libres de los trabajadores. Pero los primeros síntomas de la crisis en el sector de la construcción, uno de sus principales clientes, les llevaron a replantearse la situación. “Durante el boom de la construcción nuestros trabajadores operaban con los aislamientos, no había tiempo para más. Para no depender únicamente de este sector nos dimos cuenta de que había que diversificar. Aunque llevábamos años con los aros de flores, fue a finales de 2008 cuando el producto se perfeccionó y salió al mercado”, explica Martínez.

En 2008, los aros de flores representaron un 5% de la cifra de negocios de la compañía, que facturó 1,5 millones de euros. “Pretendemos que en este ejercicio represente en torno al 20% y nuestro objetivo es focalizarnos en los aros, por eso estamos comenzando también a exportarlos a Portugal, Francia e Italia”, comenta Martínez.

Anualmente están fabricando unas 50.000 unidades y prevén triplicar esta producción en el plazo de un año. Aún sin tener un departamento específico de I+D, en Aislabin están plenamente convencidos de la importancia de aplicar los avances tecnológicos. “Somos la única empresa a nivel nacional en la que todos los operarios y equipos que trabajan con la materia prima llevan un registro de controles de calidad a través de PDA, por ejemplo”, dice con orgullo. El dinero empleado en I+D oscila de un año para otro, pero representa entre un 2% y un 5% de su facturación.