La nueva ‘Ley contra el Fraude’ del Gobierno se publicó en el BOE el pasado 10 de julio. Además de una serie de medidas destinadas a combatir los delitos fiscales, el texto incluye una lista de obligaciones para los poseedores de criptomonedas, que deberán informar de sus saldos y los titulares de las divisas digitales que tengan en cartera.
Así, la nueva regulación tiene como objetivo aumentar el control tributario sobre las criptomonedas, que llevan tiempo en la diana de Hacienda. En este sentido, todas las personas y establecimientos residentes en España, así como las entidades extranjeras que tengan actividad en el país, deberán suministrar información a la Agencia Tributaria sobre las divisas digitales que tengan en cartera.
Además, la normativa establece otra gran obligación en el apartado relativo a las criptomonedas. Los exchanges -las plataformas a través de las cuales se realizan los intercambios de divisas- deberán informar sobre los domicilios, la identificación fiscal, el precio y la fecha de las operaciones. También estarán obligadas a comunicar estos datos las personas y establecimientos residentes en España.
Esta información deberá proporcionarse a la Agencia Tributaria, incluso aunque las divisas se encuentren en el extranjero. En caso de no hacerlo, las sanciones podrán alcanzar los 5.000 euros por cada dato que no se declare de forma correcta.
¿Cómo tributan las criptomonedas?
Las operaciones con criptomonedas se deben incluir en la casilla 389 de la declaración de la renta. Se declaran las ganancias o pérdidas obtenidas por la venta de estos activos, por lo que desde TaxScouts recomiendan tener un listado de las operaciones realizadas con criptomonedas para saber cuál es el importe a declarar. Deben ir en el apartado ‘otras ganancias patrimoniales a integrar en la base imponible del ahorro’.
Además, las pérdidas en la venta de criptomonedas podrán compensarse hasta el 25%. Si la venta de criptomonedas supone una pérdida, estas se compensan con las ganancias derivadas de otras transmisiones, y si el resultado global es de pérdida, podrá compensarse hasta el 25% con las ganancias de los rendimientos del capital (si no hubiera ganancias no se podría compensar).
Por último, y en el caso de estar obligado a declarar el impuesto del patrimonio, se deberá incluir el valor de las criptomonedas en el momento de la declaración del impuesto y pagar según el tipo aplicable. Este impuesto tiene un mínimo exento a partir de 500.000 euros (cambia por comunidad autónoma), lo que significa que no hay que presentarlo salvo que se tenga un patrimonio superior.
Por otro lado, el minado de criptomonedas implica darse de alta como autónomo. Minar criptomonedas es aportar la potencia de procesamiento del ordenador, ayudando a realizar cálculos y verificando las transacciones de monedas digitales. Al tratarse de una actividad económica que se asimila a cualquier otro trabajo por cuenta ajena, aunque sea pagado en criptomonedas, es obligatorio darse de alta como autónomo y cumplir con las obligaciones que se aplican a este tipo de trabajadores.