CREAR Y GESTIONAR UNA WEB
Hosting: almacenamiento web.
Al contratar un dominio (nombre de una web), necesitas alojar su contenido en un servidor (desde e-mails hasta imágenes, textos, archivos, etc.). El hosting es espacio para ello. Puedes tener el servidor físico o contratar espacio con una empresa, que ofrecen diferentes paquetes: generalmente incluyen, además, el dominio, espacio para cuentas de correo, espacio para gestionar bases de datos, etc.
CMS: sistema de gestión de contenidos.
En inglés, Content Management System (CMS). Son programas que permiten mantener un sitio web y publicar, editar y gestionar contenido en él. “Para hacer una web, puedes empezar de cero y programar tú todo o, sabiendo que hay gente que ya ha programado lo mismo, centrarte en la estructura y usar un CMS. Tienes módulos, por ejemplo, de “gestión de cuentas de usuario. Tan simple como arrastrar y usar”, explica Javier de la Llave, fundador de la empresa de desarrollo Sweetbits. También WordPress, popular plataforma de blogs. “O algunas soluciones de comercio electrónico que te permiten crear tu tienda online fácilmente (Magento o Prestashop)”, añade Ricardo Tayar, CEO de la consultora iZenius.
Usabilidad: facilidad para navegar.
“Nielsen (uno de los padres de este campo) la definió muy bien: es un atributo de calidad que mide lo fácil de usar que es una web”, cita Tayar. “Se refiere a cuánto de sencillo es el manejo de una web”. ¿Un ejemplo ilustrativo? Un cajero automático. “Es un dispositivo que hace una operación compleja pero que puede usar cualquiera. En una web, hay que definir claramente qué hay que hacer para cumplir el objetivo. Si te centras en poner fotos, pero no dejas claro cómo comprar, al final el usuario no hace lo que tu quieres porque no has tenido en cuenta la usabilidad: simplificar al máximo”, concluye este experto.
“Todo depende del contexto”, puntualiza Ortiz. Es decir, no se trata de hacer siempre una web simplista. Siguiendo con ejemplos fuera de la web: “Los mandos de un avión no son fáciles de usar. ¡Pero es que no tienen que serlo! Así que si el objetivo en tu web es que, por ejemplo, el mayor número de gente posible rellene un formulario, este tendrá que ser corto. Pero si el formulario lo tiene que rellenar un agente de seguros dando de alta pólizas, necesitas una interfaz con un montón de campos. Si se puede simplificar, bien. La usabilidad es que esos procesos en los que el usuario interactúa con la web sean fáciles”.