Canal de formación especializado. Como defiende Mosulén, “en los últimos tiempos hemos asistido a una profesionalización del e-learning como forma de educación, con contenidos realizados específicamente para ser impartidos vía online, con un lenguaje más directo, más visual, más cuidado, con mayor calidad”.
Movilidad. Se potencia la posibilidad de aprender desde cualquier sitio y soporte: iPad, iPhone, tablets, smartphone. Es el mobile learning o m-learning. Como explica Luis Lombardero, director general de Bureau Veritas Business School, “el 60% del acceso a Internet ya se realiza a través de los móviles”. Ahora bien, esta tendencia deja fuera muchos contenidos, como los que se apoyan en programas tipo flash.
Ubicuidad. La evolución de la tecnología y los usos asociados a la Web 2.0 ponen el foco en la conectividad, la ubicuidad, el u-learning.
Sociabilidad. Es el social learning o s-learning. “Se trata de adaptar lo que está triunfando entre los internautas e integrarlo en la metodología docente, especialmente en lo que se refiere a las redes sociales”, señala Jordi Assens, director del Programa de Dirección General de Eada. José Luis Fernández lo defiende claramente: “Hoy hablamos de aprendizaje social, de aprendizaje colaborativo. Por ello el gran reto del e-learning es crear comunidades de práctica donde los profesores sean dinamizadores que transformen la información de Internet en conocimiento y aprendizaje”.
Más presencia virtual. Es un paso más del anterior. Se trata de buscar elementos que faciliten el contacto virtual entre el alumno y el profesor, y entre los alumnos. A través de videoconferencias, clases virtuales, webinars, chats integrados, webcasts, exposiciones en directo para que los alumnos intervengan… En la misma línea se pronuncia Paris de L’Etaz, vicedecano de programas blended del IE Business School: “La tendencia es crear plataformas de trabajo eficientes y productivas, los llamados Blackboard, donde se juntan profesor y estudiantes”.
El blended: más que el e-learning puro y duro, la tendencia va más hacia el blended learning, combinando una gran parte de online con una pequeña parte presencial.
Más multimedia. incorporación de elementos multimedias, simulaciones, vídeos, mapas sensibles, gráficos interactivos.
Juegos virtuales. Un paso más en el camino de esa integración multimedia supone la aparición de los llamados juegos serios: avatares, mundos virtuales tipo Second life, que lo que buscan es recrear situaciones reales en los que el alumno debe tomar decisiones.
Los contenidos abiertos. “La evolución de todos los entornos de formación hacia una perspectiva cloud computing generará nuevas formas de diseñar entornos de formación y fomentará la participación en los proyectos de aprendizaje”, puntualiza San Vicente.
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