Tirantes, puros, barrigones y mentes abandonadas a la mala vida. Hasta hace no tanto, esta era la imagen prototípica de los grandes emprendedores del mundo. Sin embargo, la nueva generación de magnates se ha sumado a la tendencia mundial del fitness, y ha comenzado a cuidar de su cuerpo tanto -o más- como de sus empresas.
Esta moda, catalogada en Estados Unidos como el ‘efecto Bezos’, tiene como máximo exponente al fundador de Amazon, aunque la lista de emprendedores cachas no para de aumentar. Pavel Durov, fundador de Telegram; Strauss Zelnick, CEO de Take-Two; Scooter Braun, ejecutivo discográfico; o Jason Oppenheim, propietario de Oppenheim Group, son algunos de los ejemplos más evidentes.
Además, los grandes emprendedores que todavía no pasan varias horas a la semana en el gimnasio comienzan a reconocer la necesidad de ponerse en forma pronto. Es el caso de Elon Musk, que fue pillado este verano en su yate con algunos kilos de más. “Tengo que entrenar más y ponerme en forma. Por consejo de un buen amigo he estado ayunando periódicamente y me siento mejor”, afirmó entonces el fundador de Tesla.
A pesar de que el crecimiento del sector del fitness es sin duda un movimiento positivo para la salud y el bienestar de millones de personas en todo el mundo, la obsesión por su cuerpo de los grandes emprendedores deja entrever algunos problemas derivados de este culto al físico. Por ejemplo, el body shaming, una práctica que consiste en avergonzar a alguien por no tener un cuerpo cercano a la perfección.
El propio Musk ha sufrido algunos comentarios burlescos sobre su bajo estado de forma física, un fenómeno que vuelve a poner sobre la mesa el tema de la salud mental de los grandes emprendedores, un factor igual o más importante que contar con unos pectorales de acero. En este reportaje de EMPRENDEDORES, repasamos los trastornos más comunes en el ecosistema español.
Jeff Bezos, el líder de los emprendedores cachas
Tras el divorcio con su primera esposa, Jeff Bezos ha experimentado un gran cambio, tanto en su aspecto físico como en su modo de vida, más enfocado a la ostentación y al lujo. Así, además de conseguir esculpir un cuerpo envidiable en el gimnasio, el fundador de Amazon ha cambiado su estilo de vestir hasta el punto de que algunos le han calificado como “el emprendedor peor vestido del mundo”.
Así, mientras aumentaba el número de horas que pasa en el gimnasio, el máximo exponente de los emprendedores cachas pasó de vestir de una manera sencilla y poco llamativa a llevar gafas de sol con forma de corazón, camisas brillantes y pantalones ceñidos. Sin duda, un cambio de estilo que llama la atención.
Pero no solo en la vestimenta pueden apreciarse los cambios de Jeff Bezos en los últimos años. El emprendedor ha ido aumentando su nivel de ostentación con el paso del tiempo, hasta encargar un nuevo yate de 127 metros de eslora y 40 de altura en Holanda. Se trata de una noticia que sería extraña en el caso de otros emprendedores pero que, tratándose del fundador de Amazon, llama la atención por el contraste con la personalidad que transmitía hace unos años.