SAMYROAD
Pasito a pasito: gastando en equipo humano a medida que facturan campañas de marketing de contenidos
Patricia Ratia, Marta Nicolás y Juan Sánchez, los fundadores de SamyRoad, comunidad de 30.000 creadores e influencers que elaboran contenidos visuales para marcas, tenían claro desde el principio que para hacer el desarrollo tecnológico que tenían en mente necesitaban dinero, de lo contrario sería complicado o, quizás, imposible llevarlo a cabo. En dos rondas consiguieron captar algo más de 1,2 millones de euros. La primera fue de medio millón, gracias a las aportaciones de familiares y amigos, Enisa y Caixa Capital Risc. Y la segunda, de 700.000 euros, gracias al CDTI.
“El primer gasto lo destinamos –recuerda Ratia– a contratar al que hoy es nuestro CTO para empezar con el desarrollo tecnológico. En nuestro caso, era muy importante la tecnología y necesitábamos un producto para mostrar al mercado lo que iba a ser SamyRoad y empezar a vender. Adicionalmente, empezamos a trabajar con un estudio de diseño y con una empresa de desarrollo, que eran muy buenas y también, caras. Les gustó el proyecto y nos permitieron pagarles una parte en equity”.
La primera ronda la destinaron a hacer esa primera versión del producto. “Tardamos algo más de un año en desarrollarlo. Una vez que teníamos la plataforma, ampliamos el equipo. No solo el técnico, que pasamos a tenerlo in house, sino también el de desarrollo de negocio y empezamos a ir a clientes para vender nuestras campañas de marketing de contenidos y de influencers. A partir de ahí, empezamos a desarrollar la labor comercial. Todo el marketing lo hacemos de forma interna. Sólo subcontratamos la comunicación”. Al entender lo que buscaban las marcas y lo que les podían ofrecer, empezaron a desarrollar una nueva tecnología de análisis de audiencias en redes sociales. “Y para desarrollar esa tecnología conseguimos la financiación del CDTI”. También la utilizaron para ampliar el equipo de desarrollo en España y para ‘saltar’ a Portugal, EEUU y México.
CITIBOX
Cuando una aceleradora te ayuda a aclarar las ideas y te pone en el buen camino para mejorar los procesos
“Comenzamos con recursos de las tres efes en una fase seed y rápidamente se cruzó en nuestra vida la incubadora de negocios en Internet, Demium Startups. Y eso fue fundamental, sobre todo, para mejorar nuestros procesos y el plan de negocio”, recuerda Félix Navarro, CMO de Citibox, app que ayuda a recibir productos a través de buzones inteligentes.
“Cuando montas una empresa no sabes muy bien a dónde enfocar el dinero. Si la startup tiene un tinte tecnológico gran parte de la inversión inicial irá enfocada a desarrollo. Pero también es cierto que eso es un riesgo. Muchas startups pecan de invertir demasiado tiempo en desarrollo de algo que no está validado y luego, cuando necesitan inversión en marketing para comercializar eso, muchas han muerto. Hay un alto porcentaje de empresas que mueren por no haber podido probar lo que han desarrollado que por no haber encontrado una solución de desarrollo para el mercado”, argumenta Navarro.
Demium les ayudó en la optimización de procesos, en cómo extender un mensaje, en cómo trabajar la comunicación y el marketing… “En definitiva, en cómo tenía que trabajar una startup, que no una empresa. También fue fundamental su ayuda en nuestra presentación a business angels. Existe la opción de dedicar tiempo y dinero a la búsqueda de inversores por tu cuenta o de la mano de una aceleradora. Poder acceder a inversores como Carlos Blanco, Bernardo Hernández, Didac Lee, Big Sur Ventures o Bonsai Venture Capital sin la ayuda de Demium hubiera sido imposible” [también ha invertido en Citibox Pinama Inversiones].
Una de las partidas iniciales más importantes es poder contar con talento. “El tema del equipo es complicado porque, al principio, no cuentas con una inversión que te permita fichar a primeros espadas. La opción es tener un proyecto que enamore y tratar de contagiar esa ilusión para poder atraer ese talento”.
MAD LIONS
eSports: los derechos de imagen de los jugadores, la generación de contenido y una gaming house
“Sin inversión las cosas no suelen funcionar. Y en nuestro caso, si no lo hubiéramos tenido hubiera sido imposible avanzar”, asegura Sergio Yáñez, CEO de Mad Lions, un equipo profesional de deportes electrónicos, que consiguieron levantar una inversión inicial de un millón de euros “de inversores privados comprometidos con que el proyecto tenga carácter de permanencia y sea sostenible a largo plazo”. Para sus objetivos, necesitaban una inversión más alta que la de otras startups en sus primeras fases, principalmente, para financiar la generación de contenidos y los derechos de imagen de sus jugadores. “Y también, con el objetivo de que nuestros jugadores se sintieran cómodos y se centraran en jugar, invertimos en todas las áreas que eso implica como el alojamiento y el entrenamiento. Contamos con una gaming house (un centro de alto rendimiento para que entrenen) un preparador físico, un dietista y un psicólogo deportivo, dos creadores de contenidos y un productor. En la casa contamos con gimnasio propio, con un plató de streaming para la generación de contenidos, donde nuestros jugadores se graban jugando y luego lo emitimos en plataformas como Twitch de Amazon o YouTube Gaming. También contamos con un plató en el que haremos show de pre y postpartido, análisis de metajuegos, y todo tipo de contenidos para ofrecer entretenimiento a nuestros fans y seguidores”, subraya Yáñez. La inversión inicial en recursos humanos ha sido importante: “Tenemos diez jugadores en el League of Legends, un entrenador y un analista. Otros cinco jugadores en el Counter Strike más dos suplentes, un entrenador y un analista. Y seis jugadores en el equipo Clash Royale, más dos analistas, un entrenador y un ayudante deportivo”. Yáñez asegura que seguirán invirtiendo en fichar más jugadores y profesionales y en infraestructura. “Queremos ser el primer equipo que cuente con un estadio propio al que puedan acudir nuestros fans”.
TULOTERO
La eficiencia del capital como máxima y por encima de todo: cada euro que han gastado lo han mirado con lupa
“Siempre hemos tenido en nuestro ADN la eficiencia del capital. Lo tenemos muy incorporado en la cultura de la empresa y quizá por eso el uso que hicimos del dinero al principio fue justo para las partidas que considerábamos clave. Empezamos tres en 2013 y lo hicimos alternando durante año y medio este proyecto con nuestros respectivos trabajos y con nuestras aportaciones de capital. Fuimos muy selectivos a la hora de gastar”, recuerda Eduardo Villanueva, CEO de TuLotero, marketplace para las administraciones de lotería.
“Nuestro mayor coste en tiempo y en esfuerzo fue el desarrollo de nuestro producto tecnológico. Y frente a eso hay dos vías: lo desarrollas tú mismo y ahorras dinero o lo subcontratas. En nuestro caso, fue un mix: trabajamos nosotros y contratamos los servicios de un profesional. La mayor partida de inicio fue en personal. También minimizamos los costes operacionales. Por ejemplo, en servidores y operaciones usamos software libre y sin coste”.
Durante dos años fueron muy eficientes con los gastos. La inversión en ese tiempo fue de unos 60.000 euros. “Es más, constituimos una sociedad civil para ahorrar aún más, ya que eso nos permitía no invertir nada, porque no se requiere un capital social mínimo. Después, sí constituimos la SL con 3.000 euros. En esos primeros años, estábamos los tres (dos ingenieros y uno de marketing) más un programador a media jornada y un diseñador gráfico que le pagamos por proyecto. Cuando lanzamos el producto contratamos a unos especialistas en marketing para darle visibilidad al producto”.
Villanueva recuerda que también se ahorraban el alquiler de oficina, “porque trabajábamos en casa e íbamos a un coworking gratuito. No pasábamos tickets de comidas, ni gasolina…, y ahora tampoco lo hacemos. No pedimos un Enisa hasta los dos años, sabiendo que lo tendríamos que devolver. Y lo utilizamos, una vez que tuvimos el producto, para crecer, y fue cuando nos dedicamos full time”.
TENDER.CO
Las inversiones más importantes deben destinarse a cubrir las áreas más críticas: desarrollo y comercial
Más allá de los famosos 3.000 euros, “siempre es necesaria una inversión mínima e indispensable a la hora de montar una empresa. Imagina una consultora, donde la clave está en los recursos humanos y puedes ir monetizando desde el minuto cero. O una empresa de Internet, en la que tienes que desarrollar un producto para poder vender. Y ese desarrollo tiene un coste, que, dependiendo del tipo de negocio, suele ser importante”, explica Diego Soro, CEO de Tender, agregador de licitaciones y oportunidades de negocio públicas. “En Tender.co, cada día publicamos más de 5.000 licitaciones. Tenemos una ‘araña’ que extrae información de numerosas fuentes y además ofrecemos un servicio de alertas a empresas que buscan negocio. Y todo eso nos ha costado mucho dinero desarrollarlo con un equipo propio. Básicamente, la inversión más importante es el desarrollo de producto, que puede variar en función de la complejidad. Y la otra partida importante es la comercial”, afirma Soro.
Inicialmente, empezó solo y conseguió reunir a otros 5 socios al proyecto. “Contratamos profesionales para hacer el desarrollo de forma interna. Esto te permite iterar e introducir mejoras en el producto a medida que lo pruebas en el mercado. Tener equipo propio tal vez sea más caro, pero te permite ser más ágil en ese desarrollo. El alquiler de los servidores tampoco fue un gran gasto. Como la parte comercial no era nuestro fuerte, nos dejamos asesorar y lo externalizamos con una agencia de relaciones públicas y otra de marketing digital que nos lleva el SEM. Invertimos unos 2.000 euros mensuales en marketing y otros 4.000 o 5.000 euros mensuales en la parte de desarrollo”.
Y todo ha sido con aportaciones de los socios. “Para buscar inversión externa hay que tener unas buenas métricas. Cuando las consigues es cuando tiene valor la empresa, puedes llegar al mercado a buscar financiación y puedes negociar mejor con los inversores”.
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