“En el desarrollo y para superar la crisis, el espíritu emprendedor es un elemento fundamental. Y la situación en España es realmente preocupante”. Así de contundente se mostró Manuel Pérez-Sala, presidente del Comité de Iniciativa Empresarial del Círculo de Empresarios, en la presentación del informe El espíritu emprendedor, elemento esencial para afrontar la crisis económica española, elaborado por esta institución.
Según este documento, en nuestro país “nos topamos con una serie de condicionantes que limitan el espíritu emprendedor”. Son factores que van desde el ámbito sociocultural, hasta el económico e institucional. El estudio destaca la rigidez del mercado laboral español, algo que se ve reflejado en la gran cantidad de microempresas de una sola persona que podrían crear empleo pero no lo hacen por los costes que supone, además del escaso desarrollo de los mercados de capital riesgo.
“Su importancia es muy inferior a la observada en la Europa más de-sarrollada y en EE UU”, indica el informe. Además, la cultura juega un importante papel en el desarrollo del espíritu emprendedor. Y España, según el Eurobarómetro 2007, es el tercer país con menos personas que se hayan planteado montar un negocio (ver cuadro). La mala imagen social que tiene el empresario y la poca promoción del emprendimiento que se hace en el sistema educativo no ayudan a que esta posición mejore.