Aunque nos movemos en mercados globales y existen muchas características comunes a nivel mundial, cada país tiene su propia idiosincrasia y ésta puede influir en la forma de hacer funcionar a un equipo. Así, “en un país como Rusia, donde están acostumbrados a un poder central, al ordeno y mando, sería contraproducente aplicar un estilo de liderazgo muy democrático. No sabrían funcionar así y es posible que incluso los empleados lo rechacen”, asegura Douglas McEncroe.
Y lo mismo sucede con empresas que están acostumbradas a funcionar con jefes poco democráticos. Los empleados necesitarán un rodaje para ir asumiendo mayor autonomía y tomar decisiones por sí mismos.
La prueba del algodón
Por eso, lo primero que debes hacer para definir tu propia estrategia y tu forma de ser jefe es intentar analizar cuáles son los valores que imperan en tu empresa y si encajan en tus objetivos a largo plazo. Si no es así, y es necesario realizar algún tipo de cambio, no dudes en hacerlo. “El problema es que muchas empresas funcionan bajo unos supuestos que sirvieron para un momento determinado, y siguen funcionando igual aunque haya cambiado el entorno. Están actuando sobre supuestos que han dejado de ser válidos. Para evitarlo, conviene analizar cuáles son las claves que definen la cultura de tu empresa, ser consciente de ella y cuestionarla, con respeto, pero también con determinación para transformar los elementos que ya no sirvan y escoger nuevos componentes que te ayuden a ejecutar mejor tu estrategia”, recomienda Douglas McEncroe.
Valores intocables
Eso sí, recuerda que “hay una parte de la cultura de la organización que es como su ADN y que no se puede cambiar nunca. Puedes cambiar muchos comportamientos, pero no la esencia de la empresa. Existen algunos elementos centrales que, si los cambiamos, hacen que ya no estemos ante la misma organización. Por ejemplo, hay organizaciones que valoran la investigación, eso no se puede cambiar. Otras el cliente, como NH. Tampoco se puede cambiar”, advierte el director de la agencia Douglas McEncroe.
LIBROS PARA SABER MÁS
En la literatura empresarial hemos encontrado ejemplos enriquecedores y divertidos de leer, para destripar esta nueva forma de liderazgo. Desde modelos basados en el fútbol (Liderazgo Guardiola), hasta otros, más originales, utilizando la cocina como pretexto para explicar los ingredientes de los buenos jefes (Cocinando liderazgo).
El líder transcultural |
El líder interior |
Liderazgo Guardiola |
Cocinando liderazgo |
El camino de la transformación |