Es una actividad en la que resulta relativamente sencillo formarse, aunque para llegar a ser bueno necesitarás muchas horas de práctica. Los perfiles que mejor se adaptan a esta actividad son los directivos de Recursos Humanos, consultores y profesionales de la Psicología, pero cualquier persona de otros campos lo puede llegar a ejercer. Para Javier Carril, socio director de la consultora Execoach, lo importante “es que te guste realmente. De eso depende que consigas buenos ingresos y que seas bueno”.
Para entrar en este círculo, debes formarte en una escuela de coaching, preferiblemente que esté homologada por la International Coach Federation (ICF). Piensa que este tipo de cursos exige una gran dedicatoria durante un año (en tiempo e intensidad es como cualquier máster). Lo dicífil es conseguir los primeros clientes.
Atraer clientes
Para ello, Javier Carril recomienda “crear un blog, colaborar en medios especializados en Recursos Humanos, revistas de capital humano, gestión del talento… y de psicología práctica, si también puedes ofrecer coaching personal”.
Otra vía para captar clientes son las conferencias sobre los beneficios que reporta el coaching. “Las debes tomar como una forma de promoción de tu actividad (no se suelen pagar) acudiendo a empresas y centros de negocios. Y por último el networking, para tener una amplia base de datos”, explica el director de Execoach .
La temática más demandada es el coaching ejecutivo: para directivos, liderazgo, comunicación, gestión del tiempo… Por lo que conviene que desarrolles todas estas áreas si realmente quieres dedicarte a ello.
En cuanto a lo que puedes pedir, todo dependerá de tu valía y prestigio profesional. La media de una hora de coaching a un ejecutivo está entre 250 y 300 euros. Si los contratan las empresas, puedes subir un poco más, hasta 500 euros. Y si se trata de coaching personal, hay que bajar el listón: a partir de 70 euros.