¿Crees que recibes por correo electrónico demasiada información de poco valor que te fastidia la vida? ¿Archivas un e-mail y cuando realmente lo necesitas eres incapaz de encontrarlo? ¿Sientes que tu e-mail te provoca un trabajo interminable en vez de ahorrarte tareas? En definitiva, ¿tu correo te angustia? Si es así, puede que te sirva de consuelo saber que no eres el único.
Según confirman diversos estudios, cada vez son más los profesionales de todo el mundo que se sienten desbordados por el correo electrónico. Por ejemplo, el 33% de los 200 trabajadores que participaron en una investigación realizada por la Universidad de Glasgow confesaron que se sentían agobiados por la cantidad de correos que recibían y la necesidad de contestarlos. Y en una encuesta a 120 ejecutivos de un banco venezolano sólo uno respondió que no sentía estrés cuándo se les preguntó por la gestión del correo electrónico.
El caso español
En nuestro país, cada vez es más frecuente consultar el correo fuera de la jornada laboral. Otros datos indican que las bandejas de entrada atiborradas de mensajes crecerán aún más. En concreto, el volumen de e-mails lo hará a un ritmo del 14,6% anual, según afirman Mike Song, Vicki Halsey y Tim Burres, autores del libro La invasión de los e-mails (Editorial RBA).
Hay que volver a darle la vuelta a la tortilla y poner las cosas en su sitio: lograr que el e-mail te facilite el trabajo, en lugar de entorpecerlo. Toma nota de estos consejos. ¡Son fáciles de poner en práctica!