La crisis económica derivada de la pandemia también ha afectado de forma seria a las grandes empresas. Aunque Amazon o Netflix han visto cómo sus ingresos y valoración crecían durante los meses de confinamiento, otras grandes compañías han tenido que acometer serios ajustes en sus plantillas o, incluso, cerrar.
También este es el caso de algunas grandes empresas de Silicon Valley como Airbnb. La compañía dedicada al alquiler de apartamentos vacacionales lo ha pasado bastante mal debido a la drástica reducción del turismo y los viajes. Para poder mantener el negocio a flote, su CEO, Brian Chesky, ha tenido que reinventar la compañía, recuperando la esencia de sus primeras etapas. “Esta crisis ha afilado nuestro foco en volver a las raíces, a lo básico”, reconocía.
En este sentido, Chesky tuvo que despedir a una parte importante de los empleados de Airbnb y ordenar la paralización de algunas de sus nuevas líneas de negocio, como Airbnb Experience, el programa para que los usuarios puedan reservar actividades en sus viajes. Además, la compañía redujo su gasto en marketing un 54% y a la mitad el bonus de sus ejecutivos durante seis meses.
Sin cambiar por completo de sector, las grandes empresas de aviación también han sufrido un duro revés en sus cuentas durante los meses de confinamiento. Uno de los casos más conocidos en este sentido es el de Virgin Atlantic, que tuvo que acogerse a las leyes de bancarrota de Inglaterra y Australia tras reconocer que necesitaban 900 millones de dólares para poder hacer frente a sus costes operativos y deudas. Al final, la aerolínea recibió un rescate de 1.500 millones, y anunció un plan de recapitalización de 18 meses.
Otras grandes empresas perjudicadas por la crisis del coronavirus
El sector del espectáculo también ha sido uno de los más perjudicados por la crisis del coronavirus. En este sentido, una de las grandes empresas del ramo, Cirque du Soleil, tuvo que despedir a sus 3.500 trabajadores en todo el mundo y amenazó con echar el cierre de forma definitiva. Sin embargo, su CEO, Daniel Lamarre, ha anunciado que los espectáculos podrían volver en 2021 tras una reestructuración profunda que se debate en los tribunales canadienses. “Con el distanciamiento social, si pudiéramos operar con el 50% de nuestra capacidad, comenzaríamos a obtener un poco de ganancias”, ha llegado a afirmar.
En España, esta crisis no ha sido ajena y también ha afectado a algunas grandes empresas del país. En este sentido, el Colegio de la Abogacía de Tarragona considera que los meses posteriores al primer confinamiento dejaron 48.000 concursos de acreedores en todo el país, y que el 10% de los ERTE terminarán con demandas por insolvencia.
Uno de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus en España ha sido el de la hostelería. En este sentido, grandes empresas como El Museo del Jamón han tenido que aprobar el cierre -eso sí, temporal- de sus establecimientos en el centro de Madrid, incluso después de la reapertura de este tipo de locales. “Estamos en cifras de en torno al 50 o 55% del nivel de facturación con respecto al año anterior. El verano ha ido mal. Hay muchas empresas a pérdidas. Hace que el panorama a corto plazo sea muy complicado”, explicaba José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España, tras conocer la noticia.