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31 Mar, 2023

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Haz que tu pyme sea socialmente responsable

Cuando se dedica tiempo y esfuerzo a teorizar sobre algo, las cosas se ralentizan y muchos aspectos suelen perderse por el camino. Algo parecido le está pasando a la Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial (RSC o RSE). Uno de los aspectos más polémicos que se afanan en debatir los diferentes agentes implicados en el tema es si debe ser de obligado cumplimiento para las empresas. En este sentido, ¿no debería la RSC seguir el mismo camino que recorrió el tema de la calidad hace unas décadas? A estas alturas, nadie se plantea si un producto y/o servicio, para ser exitoso, cumple unos mínimos requisitos de calidad, ya que –excepto casos concretos y contados– se presupone la calidad. Pues, igual para la RSC.

Las pymes deberían plantearse –sobre todo porque los consumidores cada vez lo exigen más y la mayoría de las multinacionales ya lo aplican– que el objetivo de una empresa no es sólo ganar dinero (algo muy lógico y aceptable, por otra parte), sino que además debe buscar la forma de devolver parte de esos beneficios a la sociedad. Y eso debe hacerlo, no porque se lo diga una ley, sino porque la esencia, el germen empresarial nace de la sociedad, la utiliza para sus fines y, por una lógica ética, debería volver a ella.

Revertir parte de los beneficios
¿Y en qué consiste eso que se ha dado en llamar RSC o RSE? Va mucho más allá de colaborar con una ONG y promover proyectos sociales o ser responsable con el medio ambiente. Es una forma de pensar, un comportamiento por parte de empresarios y empresas para revertir parte de sus beneficios tangibles e intangibles. La RSC se debe ver desde tres prismas teniendo como eje la empresa. Primero, buscar qué mejoras puedes hacer dentro de tu organización, es decir, en tus empleados. “Reporta beneficios en la plantilla, porque se siente más satisfecha al identificarse con los valores de la empresa”, destaca Lucio A. Muñoz, de Eurogroup Human Resources. Y después, mira en dos círculos concéntricos: uno inmediato o cercano (mejoras dirigidas a proveedores, clientes, competencia, mercado, Administración, entre otros) y otro externo, mucho más amplio (destinadas al entorno social y medioambiental).

Sin perder esas ideas, hemos analizado y revisado diferentes estrategias que han implantado más de medio centenar de empresas, principalmente, grandes compañías, en cada uno de esos tres círculos (ver el esquema de la empresa socialmente responsable que aparece en la siguiente página). Y hemos destacado una veintena de ellas para que puedas implantarlas en tu organización. Un consejo práctico: no intentes abarcar más de lo que tu empresa pueda, ya que no es cuestión de grandes inversiones, sino imaginación.