La llegada de la pandemia durante el primer trimestre de 2020 es uno de los imprevistos que más ha afectado a las empresas de todo el mundo en la historia, lo que ha reforzado la figura del interim manager. Los confinamientos y restricciones impuestos provocaron el crecimiento del teletrabajo, y la paralización de proyectos de transformación empresarial por falta de experiencia interna, presupuesto o limitaciones a la hora de contratar personal.
En este contexto, la figura del interim manager crece con fuerza, y se presenta como una salvación para algunas empresas y una salida profesional bastante interesante. Se trata de algo así como un equipo SWAT al que acudir en momentos de crisis. El interim manager es un profesional experto y especializado que actúa en la empresa asumiendo papeles ejecutivos cuando hay problemas para resolverlos desde su experiencia. Y una vez finalizados, deja de tener continuidad en la misma.
La figura del interim manager comenzó a cobrar relevancia en Estados Unidos en la década de 1980, y es una tendencia que se consolida en Europa, donde se ha registrado un importante incremento tanto del número de profesionales senior que decide trabajar por cuenta ajena como de la demanda de este servicio. En este sentido, según un estudio de AIME, ya antes de la pandemia se encontraba a un ritmo de crecimiento del 40% interanual.
El trabajo del interim manager
Entre las funciones del interim manager, destacan la supervisión a los gerentes y empleados locales; crear y mantener los presupuestos; establecer políticas y procedimientos; coordinar con la administración local, supervisar los proyectos clave; apoyar a otros departamentos; ayudar en la planificación del presupuesto, supervisar los gastos de capital y asegurar un flujo de trabajo fluido dentro de la organización.
Así, un interim manager debe contar con “capacidades matemáticas y presupuestarias, gestión del tiempo y capacidad de liderazgo; excelentes dotes de comunicación y una gran capacidad de negociación. Además, la persona debe tener una sólida preparación para la toma de decisiones y un conocimiento profundo de las operaciones de la empresa”, explican desde NostrumCorp, una compañía especializada en gestión de crisis a través de esta fórmula.
Así, el interim manager se posiciona como una solución interesante para aplicar procesos de transformación o gestionar una crisis en las empresas que no cuenten con una estructura especializada en estos temas. Además, la ausencia de costes fijos es otra de sus ventajas, pues se trata de un profesional externo a la empresa, que solo trabajará durante el proceso.
¿Cuánto cuesta contratar un interim manager?
Aunque su papel puede ser vital para garantizar la supervivencia de tu empresa, contratar un interim manager no es barato. En cuanto a los salarios, la media se sitúa en 324 euros al día, si bien es cierto que existe un 16 % que supera los 700 euros diarios. En la mayoría de las ocasiones se suele negociar mensualmente, dando un resultado medio de 6.804 euros por 21 días de trabajo.
A pesar de su precio, la gestión interina sigue siendo una de las fórmulas de gestión de crisis que más crecen en el ecosistema emprendedor español. Este tipo de gestión concentra el 50% de sus clientes en grandes áreas metropolitanas, “especialmente en Madrid y Barcelona, con unas expectativas de crecimiento de un 71% y una satisfacción por parte de los distintos clientes cercana al 80%”, explican desde NostrumCorp.