Latinoamérica se ha convertido en el cuarto inversor en España, solo por detrás de Estados Unidos, Reino Unido y Francia. ¿Qué hay detrás?
El pasado 27 de noviembre, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, sorprendía a la prensa salmón -y seguro que también a muchos de sus accionistas- anunciando un plan de desinversiones en Latinoamérica, excepto en Brasil. Justificaba esta decisión por las incertidumbres geopolíticas, macroeconómicas y regulatorias, la volatilidad de las divisas y una mayor presión competitiva en la región.
La primera evidencia que deja la nueva Telefónica es que las reglas de juego han cambiado en la región. Las multinacionales latinoamericanas compiten de tú a tú con las extranjeras y lo hacen tanto dentro como fuera de la región. Tan es así que la inversión extranjera directa (IED) latinoamericana en España se ha incrementado el 200% en los últimos diez años, hasta alcanzar los 40.517 millones de euros. Esto convierte a Latinoamérica en el cuarto inversor en España, según las conclusiones del informe Global LATAM, elaborado por ICEX-Invest in Spain.
¿POR QUÉ ESPAÑA?
Para las empresas latinoamericanas, España no solo es un país con el que comparte un idioma e historia comunes sino también -señala el informe del ICEX- un destino seguro para sus inversiones a largo plazo, con un riesgo inversor bajo, una estabilidad macroeconómica elevada y en la economía de la Unión Europea que más está creciendo. La vía elegida para penetrar en España está siendo la creación de holdings: hasta 140 tomas de participación en el capital de empresas españolas por parte de inversores latinoamericanos se han llevado a cabo en los últimos años.
México, con 26.408 millones de euros, es el principal inversor, sobre todo en el sector servicios como son la tecnología, la banca o la consultoría.
POTENCIAS REGIONALES
La consejera delegada de ICEX, María Peña, también nos recuerda que la IED latinoamericana en el exterior se encuentra actualmente en un récord histórico en términos acumulados, de 654.785 millones de dólares, que se reparten las dos principales potencias regionales: Brasil (377.548 millones) y México (228.501 millones). “Aunque con marcadas diferencias entre países, cabe afirmar que hoy día la internacionalización latinoamericana es un fenómeno que se va consolidando, imprescindible para entender cómo ha evolucionado la realidad del tejido empresarial de la región”. Puertas adentro, México y Brasil también son el motor económico de inversión intrarregional, que representa el 60% del total, a lo que se ha sumado en los últimos años la IED centroamericana, liderada por Panamá y su competitivo tejido de startups.