Pagar en redes puede ser todavía un freno para algunos usuarios. Por eso, lo ideal es que ofrezcas el mayor número de opciones posibles. En algunos casos, la herramienta escogida puede poner limitaciones en este sentido. Por ejemplo, algunas sólo permiten pago por Paypal, que cobra unas comisiones bajas al comercio, pero también puede frenar algunas compras (no todos los clientes tienen cuenta en Paypal).
También la propia red o el tipo de producto que vendas puede limitar esa opción. Por ejemplo, Facebook tiene su propia monena (Facebook Credit) para pagar en la red, pero no obliga a los comercios a que la adopten. De momento, su uso sólo es obligatorio para las empresas que venden contenidos virtuales, como juegos y películas.
Aunque no sea de uso obligatorio, puedes utilizarla para crear programas de fidelización con tus clientes, regalando dinero de Facebook por compra o recomendaciones que después puedan utilizar en tu tienda.
“Tampoco hay que descartar fórmulas mixtas, como reservar el producto y recogerlo y pagarlo en tienda, como hace Zara o pagos por suscripciones, para productos de consumo recurrente y de poco valor”, recomienda Laura Valverde.