Según Kantar WorldPanel, la innovación ha caído un 27% este año. ¿Las razones? La presión de las marcas de distribución y el hecho de que muchas grandes superficies pongan límites a la entrada de nuevos productos de los principales fabricantes.
En un mercado tan maduro como este, las empresas siempre han basado su crecimiento en la innovación. De hecho, según Kantar, las categorías de productos con alto nivel de innovación crecen cuatro veces más que las de baja innovación. Claro que no siempre aciertan, como bien se puede ver en el Museo de los Productos Fracasados, en Estados Unidos, en el que encontramos:
Diversificaciones fallidas.
Como las bragas de usar y tirar de BIC, los platos precocinados de Colgate, El Caserío de fresa y plátano o los Donuts Fresquito, con sabor a cebolla o limón.
Errores de marca.
Como la malograda bebida energética Cocaine, la alternativa legal. O patinazos con el eslogan, como el de Guillette con su champú para cabellos grasientos.
Fallos de packaging.
Como presentar menta en polvo en unos envoltorios que recordaban a las papelinas. Los Ice Breakers duraron poco en las tiendas de chuches, y no precisamente por sus grandes ventas.
Error en el posicionamiento.
Como la del agua embotellada para mascotas Thirsty Dog. Sin comentarios.