La distancia geográfica, la existencia de una legislación restrictiva respecto al movimiento de capitales por frontera, así como el riesgo del manejo y el transporte de dinero en metálico hacen inviable la liquidación en efectivo de las operaciones de comercio internacional. Hoy en día, éstas se realizan a través de bancos y cajas, que ponen a disposición de sus clientes los mecanismos o medios de pago que explicaremos a continuación.
A la hora de optar por uno u otro, ten en cuenta que los intereses de exportador e importador entran en conflicto, por lo que resulta primordial optar por una solución intermedia. Los criterios para elegir por un mecanismo u otro son: la seguridad (es fundamental elegir medios de pago seguros cuando se va a emprender una relación comercial), el coste (quién se hace cargo de los gastos de emisión y materialización del cobro), la posibilidad de obtener un anticipo (el cobro suele retrasarse y resulta interesante poder disponer del pago con antelación) y del momento en el que se produce el reembolso (puede ser anterior, simultáneo o posterior a la recepción de la mercancía). La elección final depende de:
– Si consideramos que la seguridad del cobro prima sobre cualquier otro factor, deberíamos optar por el crédito documentario, la carta de crédito comercial o la carta de crédito stand-by. Hay que tener en cuenta que, precisamente por tratarse de los medios de pago más seguros, son los más caros.
– Si damos una importancia relativa a la seguridad y buscamos que el coste de la operación bancaria no sea demasiado elevado, en ese caso deberíamos decantarnos por la orden de pago documentaria, la remesa documentaria o el cheque bancario.
– Si conocemos plenamente la solvencia y seriedad del importador y la estabilidad político-económica de su país, podemos adoptar medios de pago con coste escaso o nulo que requieran poco grado de confianza. En ese caso, conviene apostar por el cheque personal, la orden de pago simple o la remesa simple.
– Si queremos obtener un anticipo para contrarrestar el riesgo de impago, existen varios mecanismos que permiten obtener el cobro adelantado con cierta facilidad. Es el caso de la carta de crédito, el crédito documentario, el cheque bancario y la remesa documentaria.
– En cuanto al pago de las operaciones bancarias derivadas de la operación de compraventa internacional, sólo la remesa simple y la remesa documentaria obligan al exportador a correr con los gastos financieros de la transacción.