Seguro que, con solo leer el titular, la música que suena en los pasillos de Mercadona ha aparecido en tu cabeza. Tranquilo, no estás loco. La compañía liderada por Juan Roig utiliza el mismo jingle desde hace más de 30 años y, a falta de un eslogan potente, se ha convertido en un símbolo para identificar a la marca.
El fenómeno que hace que todo el mundo identifique al momento la canción con Mercadona se llama earworms (algo así como “gusano auditivo” en su traducción al español). Se define como la “incapacidad de desalojar una canción” de tu cabeza, y puede producirse por las emociones que causa escuchar una música agradable. Según algunos estudios, hasta el 98% de las personas en el mundo occidental lo han experimentado alguna vez.
En el caso de Mercadona, su jingle está compuesto para que te sea muy difícil escapar del earworm. Es fácil de recordar, transmite una sensación positiva y se repite en bucle cada vez que vas a comprar a uno de los supermercados de Juan Roig. Alrededor de la canción, los más fans de la compañía han hecho cientos de versiones para Youtube o una página en Facebook -con miles de seguidores- en la que reclaman que Mercadona regale un CD con la música por compras superiores a 30 euros.
La musiquita de Mercadona tiene también mucha historia. Fue compuesta por el músico Lluís Miquel i Tabalet en su estudio de Valencia, de donde también salieron otras canciones comerciales de éxito como la de Famosa o Nenuco. Y, aunque su origen se sitúa hace más de 30 años, es un adelanto a su tiempo. El marketing del siglo XXI ya establece que, “con la música lenta, el ritmo del flujo de los compradores dentro del establecimiento es significativamente más lento”, según explican algunos expertos. Tanto es así, que un sonido inapropiado podría hacer perder a las superficies hasta un 30% de sus ventas.
Otros casos similares al de Mercadona
Aunque Mercadona ha conseguido tener uno de los jingles con más identificación a lo largo de varias décadas, existen otros casos de éxito recordados por todos. Quizás los que más se identifican son el de las muñecas de Famosa -compuesto por el mismo músico- o las cancione de los turrones El Almendro (“vuelve a casa, vuelve, por Navidad”) y Anti Xixona (“queremos turrón, turrón, turrón”).
En todas las canciones, se notan los mismos ingredientes que hacen de la música de Mercadona un éxito. Los sentimientos, la repetición de un eslogan y una melodía agradable. Además, en los tres casos citados se suma un ingrediente que siempre añade al consumidor un especial engagement: la Navidad.