Estoy poco o nada motivado
Notas desde hace tiempo que tu trabajo no te llena. Te sientes inútil, bajo de moral y con los nervios a flor de piel. Sabes que si no desarrollas tus potencialidades y adquieres experiencias profesionales, tu carrera se detendrá.
Estrategias de supervivencia
Tu desafío es mejorar tu trabajo y para ello no hace falta, en principio, explorar el mercado laboral. Trata primero de descubrir formas de participar más. Para ello puedes estar alerta a proyectos nuevos. Mejor aún, haz fluir tu vena creativa, desarrolla un proyecto que resuelva un problema de la organización y preséntalo. Busca responsabilidades que te permitan trabajar con nuevos colegas. Esto ampliará tu visibilidad y revitalizará tu jornada laboral. Trata además de combatir la monotonía con lo que hagas fuera del trabajo. Si después de todo esto tu situación no mejora, entonces tienes un buen motivo para buscar nuevos horizontes empresariales.
Mi carrera profesional se ha estancado
Has subido cuanto podías en esta empresa. Te hace falta otra compañía en la que llegar a completar tu carrera profesional ya que en la que trabajas actualmente no hay ninguna perspectiva de crecimiento profesional.
Estrategias de supervivencia
Parece que uno es más reconocido en cualquier otra empresa que en la que trabaja. Si bien muchas veces esto no es así, es cierto que algunas empresas, sobre todo Pymes, el que es visto como “el cadete” ó “la recepcionista” seguirá siéndolo, aunque haya cursado luego una carrera universitaria. No hay nada de malo en el puesto de origen, pero es cierto que ese rótulo a veces, hace muy difícil la movilidad intra-empresa. Plantea tu situación, demuestra que estás preparado, pide más responsabilidades… Si no te las dan o tu puesto es tan alto que realmente has tocado techo, es el momento de cambiar a otra empresa que sí te ofrezca un plan de carrera.
Busco mejoras salariales
Sentirse infravalorado económicamente en la empresa, es un motivo muy común para cambiar de trabajo. Así, es fácil escuchar “si no recibo el aumento o la promoción esperada, es tiempo de cambiar de trabajo”.
Estrategias de supervivencia
En ocasiones sentirse infravalorado económicamente, es una frustración innecesaria. Y es que los sueldos no son siempre un fiel reflejo de la capacidad y experiencia profesional. Dependen del sector, de la empresa y del área geográfica donde se trabaje. Por tanto, recaba primero esta información, quizás compruebes que no estás tan mal pagado como creías. También puede ocurrir que tu empresa esté pasando una mala etapa. En ese caso ten paciencia. Cuando llegue el momento, solicita una subida y explica el por qué de tu petición. Si tras intentarlo en reiteradas ocasiones no lo logras y no te dan una razón lógica, sal y busca algo mejor.
El ambiente de trabajo está enrarecido
Chocas con la gente o, en cuanto a tu jefe, crees que falta una dirección adecuada. Sientes que trabajas para una o varias personas con estilos cuestionables, que no delegan y no permiten el mínimo desarrollo profesional.
Estrategias de supervivencia
Trabajar en un ambiente agradable es básico. Pero ¿no exiges demasiado de tus relaciones?, ¿no te has implicado mucho en ellas? Piénsalo, podrías encontrar lo mismo en el nuevo sitio. Si chocas con mucha gente por cuestiones profesionales, a lo mejor el problemático eres tú. Si es con uno en concreto puede que con una explicación se arregle. Además, ten en cuenta que la política positiva de oficina no es sólo limar asperezas con los enemigos. También significa crear alianzas con quien congenias. Otra cosa: piensa que, a veces, en las organizaciones se producen etapas de desmotivación que son parte de procesos naturales y que suelen resolverse solas.
No tengo vida familiar
Te resulta imposible compatibilizar tu vida personal con la profesional. Esto te lleva a predisponerte contra un trabajo o a tener graves problemas en tu vida privada.
Estrategias de supervivencia
En el preciso instante en que sientas que el trabajo influye negativamente en tu vida personal, plantea tu situación y si no se resuelve cambia de trabajo. Así de tajantes son los expertos en motivación laboral. Estos consideran que no merece la pena –ni siquiera desde el punto de vista profesional– que renuncies a tu familia a cambio de un ascenso o por un aumento de sueldo. Y todo ello por una sencilla razón: el equilibrio entre el trabajo y la vida personal es vital para tu salud mental y por tanto para tu desarrollo profesional.
Mi puesto peligra
Las cosas están cambiando en tu empresa. Se habla de quiebra, suspensión de pagos, compra, fusión… Ves peligrar tu puesto, aunque nadie te hable claro de ello.
Estrategias de supervivencia
Aquí no hay lugar a dudas. Si en la organización en la que trabajas hay cambios importantes y ves que tu permanencia en ella no está asegurada busca urgentemente otro trabajo. Ten en cuenta que es más fácil encontrar un nuevo empleo cuando estás en activo que cuando formas parte de las listas del paro.
Se “imponen” movimientos geográficos
Tu empresa ha cambiado la ubicación de sus oficinas. Ahora están peor comunicadas o más alejadas de tu casa y eso no te gusta. O pero aún, te trasladan, de manera más o menos forzosa, de ciudad o país.
Estrategias de supervivencia
Dedicar dos horas al día en ir al trabajo y otras dos en volver es realmente incómodo. Ahora bien, esto no es una razón en sí misma para buscar otro empleo. Sí hay que pensárselo cuando te “piden” un cambio de ciudad o país. Aun así, conviene analizar los pros y los contras porque estos traslados te dan la opción de negociar algunas condiciones y por tanto de dar un cambio profesional.
Algo tiene que cambiar
Estás triste, da igual la razón, pero así es. Hay algo en tu vida que quieres modificar y no cambia. De repente te ofrecen un trabajo. Perfecto para tu autoestima, pero ojo.
Estrategias de supervivencia
Trata de reconocer cuál es el problema. Si no es el trabajo, cambia de aires en lo personal pero no en lo profesional. Si este entorno es bueno, conoces a la gente, te entienden, te aporta cierta estabilidad… aprovéchalo. No cambies lo que está bien. Esta forma de “huir” sólo añadirá estrés e inseguridad a tu vida.
Apenas me felicitan, sólo recibo críticas
Siempre es bueno saber que los demás nos aprecian, tanto a nosotros como a nuestro trabajo. Sin embargo, los elogios tienden a ser escasos, mientras que las críticas abundan. Sientes que es un lujo que, de vez en cuando, alguien te diga: “Gracias. Bien hecho”.
Estrategias de supervivencia
Algunas personas subestiman sus capacidades. El resultado lleva a una dependencia respecto de la persona (por lo general un jefe) de la que se esperan los cumplidos. No te niegues a ti mismo los halagos. Si no te dicen nada de tu trabajo, es que está bien hecho. Cuando todo son críticas, aunque no sea algo agradable, piensa que no tiene por qué ser un reflejo de lo que vales. Si trabajaras mal, no estarías allí. Además, las cosas hay que tomarlas como de quien vienen.