El negocio del amor (y del desamor) es uno de los más antiguos del mundo. Bajo diferentes fórmulas, los consultores y profesionales dedicados a curar corazones y encontrar la pareja ideal de sus clientes han existido a lo largo de la historia, trabajando con uno de los deseos más importantes para la felicidad del ser humano: querer y sentirse querido.
A medida que la tecnología y los hábitos de consumo han cambiado en los últimos años, el máximo exponente del negocio del amor han sido las apps de citas. En este campo, Tinder es la gran protagonista, con alrededor de 50 millones de usuarios en todo el mundo. Ahora, la tecnológica fundada en 2012 podría estar viendo peligrar su dominio por la proliferación de consultores del amor en las redes sociales.
Estos creadores de contenido están aprovechando el tirón de redes sociales como TikTok o Instagram para publicar vídeos cortos con consejos para mejorar la vida en pareja, ligar o superar una ruptura amorosa. Más tarde, monetizan sus millones de visitas ofreciendo terapias o mentorías para atraer a la pareja ideal. Un gran negocio, que no está exento de algunos factores cuestionables…
En primer lugar, la proliferación de falsos gurús que buscan aprovechar el crecimiento de este segmento para hacer negocio sin contar con formación en psicología ni nada relacionado con el mundo de las relaciones. Sin embargo, en muchos de estos casos se prometen resultados que terminan siendo falsas promesas para los clientes.
Más aún dentro del público objetivo que tiene este tipo de negocio: los más jóvenes. Este tipo de contenidos suele centrarse en lo que cada cliente hace mal, algo que puede agravar algunos problemas de salud mental que sufre la generación de las redes sociales.
En este sentido, cabe recordar que, hace apenas un año, una exempleada de Facebook filtró unos datos internos de la compañía en los que se advertía de que el 32% de las usuarias jóvenes de Instagram achacan algunos problemas de salud mental con el uso de esta red social.
¿Por qué las emprendedoras que triunfan con su negocio tienen menos suerte en el amor?
Al hilo del crecimiento del negocio de las consultorías de amor y las dificultades de toda una generación para encontrar pareja estable, un fenómeno curioso acecha al ecosistema emprendedor: las dificultades de las mujeres poderosas para encontrar un compañero o compañera de vida.
Según las tesis del psicólogo Antoni Boliches, que publica en un ensayo titulado ‘El Síndrome de las Supermujeres’, el verdadero motivo de la falta de éxito en el amor de las emprendedoras poderosas se debe al complejo de inferioridad de los hombres que las rodean. Teniendo en cuenta que en el caso contrario no suele suceder así, se trata de una prueba más del machismo cultural que todavía existe en la sociedad.
Según Boliches, otra de las principales razones que explican el fracaso en el amor de numerosas emprendedoras de éxito es la admiración mutua dentro de la pareja. Para él, la cultura adquirida por el género masculino es clave. “Quieren ser los admirados y no los admiradores, y si tienen que elegir entre salir con una mujer de 60 en un plano de igualdad o con una de 40 que les admire, eligen la de 40”, afirma.