Tras la llegada a la inmensa mayoría de hogares españoles de la calefacción de gas natural o de electricidad, el negocio de los deshollinadores parecía haberse perdido para siempre. Sin embargo, el incremento de los precios de la energía en el último año ha resucitado este oficio tan tradicional, donde los pocos profesionales que quedan en activo no dan abasto.
Según la Asociación de Deshollinadores de España, ASDE, en España apenas quedan 250 deshollinadores, que han visto cómo su negocio pasaba de una etapa de decadencia a un tremendo éxito en apenas unos meses. “Putin nos ha hecho el marketing”, ha valorado en tono irónico uno de ellos en El País.
Sin embargo, el gran aumento de la demanda y el reducido número de profesionales que se dedican a este negocio están propiciando la aparición de empresas en el mercado que no cuentan con las certificaciones ni los conocimientos necesarios, algo de lo que alertan desde la asociación de deshollinadores. En este sentido, desde ASDE explicaron a El País que muchas de las chimeneas que limpian están en desuso desde más de una década, por lo que es necesario aplicarles un tratamiento especial que no tienen en cuenta los deshollinadores “piratas”.
Atendiendo a los precios, los deshollinadores están haciendo un verdadero negocio durante este otoño e invierno. En este sentido, el trabajo completo de una chimenea suele salir por unos 185 euros, dependiendo de la chimenea, aunque el gran aumento de la demanda podría provocar un encarecimiento del servicio durante los próximos meses.
Otros sectores “condenados al fracaso” que se han vuelven a ser un gran negocio
Como en el caso de los deshollinadores, las circunstancias del mercado pueden hacer que un sector que parece estar al borde de la extinción se convierta en una magnífica oportunidad de negocio. Otro ejemplo es el de los discos de vinilo, que vuelven a ser líderes en el segmento de la música en formato físico tras el boom de las plataformas digitales.
Así, las ventas de discos de vinilo en países como Reino Unido o Estados Unidos han superado a las de CD por primera vez desde 1987, cuando este formato daba sus primeros pasos en el mercado. En España, el sorpasso no se ha producido todavía, aunque las ventas de discos de vinilo no dejan de ganar terreno a los soportes físicos que reinaron en la industria musical de los últimos 30 años.
Aprovechando el tirón del negocio de los discos de vinilo, ya son varias las empresas que han comenzado a fabricar estos productos. Una de las más conocidas es Press Play Vinyl, un proyecto de un grupo empresarial vasco que ya identificó hace unos años el cambio de tendencia en el mercado de la música física.
“Viendo varios estudios, entre 2016 y 2017, me llamó la atención cómo se estaban volviendo a producir prensas para fabricar discos de vinilo, debido a que desde el 2005 las ventas estaban creciendo todos los años, hasta el 20 o 30% interanual. Hicimos un estudio de mercado a nivel nacional, sobre todo centrados en discográficas medianas y grandes, aunque más tarde hemos comprobado que hay más mercado, y descubrimos que sí que había interés”, explicaba Alain Consonni, gerente de la compañía, en una entrevista en Emprendedores.