El envejecimiento de la población mundial es un fenómeno tangible. Y España es uno de los países en los que se aprecia más claramente. “Según la OCDE, España será el territorio más envejecido del mundo en 2050, con un 40% de la población por encima de los 65 años.
Ya se prevé que las niñas que están naciendo en Europa vivirán por encima de los 100 años. Si esto nos parece muy lejano, debemos tener en cuenta que uno de cada dos de los cuarentones europeos actuales vivirá hasta los 95 años. La longevidad cambiará el mundo tal y como lo conocemos. El reto es enorme y se debería empezar poniendo el foco en los 600 millones de habitantes del mundo que ya tienen 65 años. Se trata de una tarea de todos, porque si analizamos un poco el entorno, mayoritariamente vemos a jóvenes protagonizando las campañas de publicidad, sin tener en cuenta que hoy en día el 40% del consumo mundial lo realizan los mayores de 65 años”, explica Antonio Huertas, presidente de Mapfre y coautor del libro La revolución de las canas, escrito junto con Iñaki Ortega, director de Deusto Business School.
Debemos asumir esta situación y, de paso, aprovechar las oportunidades de negocio que ofrece este amplio segmento de la población. “Es una generación formada, personas que tienen experiencia profesional y en buena forma física y mental. Si tenemos en cuenta su capacidad de compra y los consideramos como si se tratase de un país, el resultado de esta nueva nación de personas mayores tendría un PIB equivalente a la tercera economía más grande del mundo”, declara Huertas.
Una generación diferente
La actual ‘generación de plata’ no tienen nada que ver con sus antecesores.
Salud y longevidad. La esperanza de vida en España es de casi 81 años en los hombres y de más 86 años las mujeres. Y no para de crecer cada año. La mayoría de quienes se jubilan hoy tienen por delante cerca de 20 años de vida. “Tenemos la suerte de vivir en el segundo país del mundo con mayor esperanza de vida. Además, nuestro sistema público de salud, ayudado por la cada vez más extendida vida activa y equilibrada dieta, nos permite cumplir años con calidad de vida. No seremos viejos más tiempo, sino jóvenes más años”, señala el presidente de Mapfre. Asimismo, los séniors son más conscientes de la importancia de cuidarse. “Ahora es mucho más habitual que las personas mayores vayan a pasear, por la conciencia de que hay que hacer ejercicio para mantenerse en forma”, anota Ernesto Cabello, presidente de Convivir.
Además de aumentar el número de plazas en residencias, veremos proliferar alternativas como los apartamentos con prestación de servicios y las viviendas de cohousing o el incremento de la demanda de enfermería, terapéutica y atención domiciliaria. También será preciso abordar reformas para adaptar los hogares a estas necesidades. Por otra parte, crecerá el interés en soluciones que ofrezcan liquidez a los propietarios de viviendas.
Activos, sociables y coquetos. Son personas que han tenido una vida más activa que las generaciones anteriores, socializan mucho más y se preocupan por su aspecto. “Tienen un estilo de vida mucho más social que antaño. Y demandan muchos más servicios, como turismo y restauración, por ejemplo. También llevan una forma de vida asociada a hábitos deportivos y culturales y a una gestión del tiempo diferentes que sus predecesores. Además, les gusta cuidar su apariencia y les interesa la ropa, cosmética, perfumería, cuidados externos, etc. Hay gran interés por la nutrición y se demandan tratamientos que permitan prolongar la vida, como el uso de rapamicina o los trasplantes fecales, por ejemplo”, expone Juan Carlos Alcaide, autor del libro Silver economy. Mayores de 65: el nuevo target. Todo esto se traduce en más gasto y nuevas oportunidades de negocio.
Buena situación económica. Los jubilados actuales se han beneficiado del crecimiento de los últimos años, pudiendo consolidar carreras laborales largas y con cotizaciones mayores que las generaciones anteriores. La mayor parte son propietarios de una vivienda, por lo que cuentan con una buena situación económica y patrimonial.
Más digitales. El profesor del ESIC destaca que el principal rasgo diferencial de esta nueva ‘generación silver’ es su nivel de digitalización. “Las personas a partir de los 60 años son muy tecnológicos. Socializan a través de medios digitales y se han convertido en grandes consumidores de contenido digital de entretenimiento. Se interesan especialmente por los contenidos informativos, ya que son ávidos lectores de prensa, revistas y libros a través de tablets. De hecho, el nivel de penetración de las tablets en este colectivo es extraordinario”, especifica. Además, nos encontramos ante un colectivo muy interesante para el ecommerce, sobre todo ahora que la pandemia y el confinamiento han atraído a muchos nuevos compradores al ámbito online.
¿Quiénes conforman la ‘Silver economy’?
Juan Carlos Alcaide afirma que no se puede hablar de un segmento ‘silver’, porque hay varios tramos. De los 50 a los 65-67 años, que son activos laboralmente; de 65 a 80 años, que conforman lo que se denomina ‘envejecimiento activo’, periodo de retiro en el que se dispone de tiempo, algún dinero y voluntad de socializar y de vivir experiencias; y a partir de los 80 años, cuando se produce un cambio relevante y predominan los cuidados y las atenciones de la dependencia”, desgrana. Y cada uno de estos tramos, a su vez, presenta subdivisiones, dependiendo de la posición económica y social de cada persona.