El negocio de los pisos turísticos comienza a remontar el vuelo después de haber vivido un año y medio de inactividad por la pandemia. Según un estudio de Fotocasa, el 62% de las viviendas que giraron al alquiler tradicional tras el freno del turismo han recuperado su actividad habitual, y se vuelven a ofrecer en las plataformas de alquiler vacacional, como Airbnb.
Además, el 20% se mantiene bajo el régimen de alquiler residencial, pero sus propietarios pretenden reconvertirlos de nuevo a pisos turísticos cuando la situación mejore; y el 18% de los propietarios afirma que mantendrán el régimen de alquiler residencial -más a salvo de crisis inesperadas como la actual- en el largo plazo.
Como principales motivaciones de los propietarios para regresar al negocio de los pisos turísticos, desde Fotocasa afirman a El País que “debemos tener en cuenta que la vivienda no tiene rival como inversión. De hecho, en estos momentos no existe otro producto financiero con una rentabilidad tan alta”.
Por ciudades, las más grandes han sido las que más han notado el cambio de pisos turísticos a alquileres tradicionales durante la pandemia, con Barcelona, Valencia (60% y 70%, respectivamente) y Madrid como principales ejemplos. En el caso de la capital, el aumento del turismo se ha notado menos que en otros destinos, debido a que la gran parte de sus visitantes suele llegar en otras épocas del año.
Los pisos turísticos, un negocio muy rentable
Mientras que la rentabilidad media del alquiler residencial se sitúa en el 6,7%, según el estudio de Fotocasa, los pisos turísticos son un negocio mucho más provechoso que puede alcanzar el 15% neto anual.
Sin embargo, desde la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur) afirman que no es el único atractivo para los propietarios de los pisos turísticos. “El argumento principal de los propietarios va más encaminado a criterios de flexibilidad, como poder disponer de la vivienda a corto plazo, y de seguridad, por miedo a los impagos y destrozos, que a criterios de rentabilidad”.
Sin embargo, la recuperación total de la actividad se prevé diferente ante la aparición de diferentes regulaciones en las principales ciudades del país. En este sentido, Madrid limitará el número de pisos turísticos por barrio, mientras que Barcelona ha dividido la ciudad en cuatro zonas, dentro de las cuáles permite la actividad de más o menos viviendas de uso turístico.
En este contexto, normativas como la de Madrid, que obliga a los propietarios a mantener una entrada directa a la calle, está impulsando la aparición de un nuevo negocio: la transformación de locales en viviendas, que pueden ser vendidas o alquiladas como pisos turísticos.
A pesar de la alta rentabilidad del negocio, no todo vale. Antes de lanzarte a comprar uno de estos pisos turísticos es interesante que valores la conveniencia emprender en este sector, en un contexto donde el mercado está saturado en las grandes ciudades y la competencia es numerosa. En este sentido, la ubicación del apartamento, el precio y los servicios incluidos son los principales factores que pueden determinar el éxito o el fracaso del negocio.