Arrancar con una anécdota, un comentario, algo que haya en el despacho, una noticia, una película o similar, que te permita enlazar con tu negocio, puede ser muy efectivo para acercar posturas. Es lo que Andrés Pérez Ortega, especialista en posicionamiento personal, llama “calentar a la audiencia”. Por ejemplo, imagina que vas a presentar tu plan de negocio de la empresa de apoyo a la externalización Olvídate de Todo. Cuando entras en el despacho tu interlocutor está manejando un i-Phone o una PDA, puedes entonces empezar con este planteamiento:
“ ¿Qué tipo de aplicaciones utiliza? A mí me encanta usar Twitter a través del móvil. Además, te permite conectarte con cualquiera, estés donde estés, mandarle fotos, enviarle enlaces… Precisamente, mi empresa tiene entre sus objetivos actualizar y coordinar el software que permite la conexión a distancia y esto es lo que voy a presentarle”.
Otra opción es la que propone Josep Ramón Meseguer, director del departamento de Márketing de ISM-ESIC del Campus Barcelona: buscar una anécdota cotidiana que nos permita enlazar con nuestro proyecto del tipo de: “ Ayer estaba con mi hijo y le comenté que hoy tenía una reunión muy importante con unos señores que podían decidir sobre Olvídate de Todo, y él me comentó xxxxx”.
Es decir, búscate conexiones que te permitan romper el hielo y enlazar con tu proyecto. Y a partir de ese arranque, plantea una declaración de intenciones explicando los tres o cinco puntos que vas a contar. Esta fase durará unos tres minutos.