A quién se le ocurre montar un negocio con la que está cayendo? ¿Y encima pedir financiación? Las aparentes dificultades no detuvieron a La Natural, que comenzó a operar en diciembre de 2011. “Nuestra idea era crear un espacio en Zaragoza dedicado a la ecología, medio ambiente, desarrollo sostenible, comercio justo…”, señala Jesús Bayego, cofundador de la empresa.
Así surgió este proyecto, cuyo negocio principal se encuentra en la tienda de productos ecológicos, actividad que se completa con una sala donde ofrece herbodietética naturista, información nutricional y terapias, una sala multiusos para formar a los clientes en diferentes temas (desarrollo sostenible, alimentación sana, comercio justo…) y para la degustación de nuevos productos. Además, vende a través de su tienda online y cuenta con servicio a domicilio.
“Necesitábamos financiación para la inversión inicial que suponía montar el local (estanterías, mobiliario, cámaras, neveras, ofimática…). Y también requeríamos financiación para el circulante, porque nuestro capital inicial era pequeño, de modo que precisábamos una cuenta de crédito”, explica Bayego. Conseguirlo no fue fácil. “Con los primeros bancos fue como atravesar un desierto”, apunta.
Crédito participado. Finalmente, la empresa obtuvo 250.000 euros a través de dos créditos ICO Inversión a 7 y 12 años y una cuenta de crédito de 60.000 euros, cada recurso concedido por una entidad financiera distinta: Caja Duero, Bankinter y Banco Popular. ¿Cómo se consiguió? “Se nos ocurrió la posibilidad de no solicitar el crédito a un banco, sino hacer una participación de crédito entre diferentes sociedades bancarias, para convencer a la primera con el respaldo de las otras posibles. Nos allanó mucho el terreno”. Además, la empresa contó con el apoyo de un socio ajeno a la sociedad que respaldó la operación con su aval.