Desde la Revolución Industrial, la automatización ha ido sustituyendo a las personas por máquinas en múltiples puestos de trabajo. La novedad que introduce la inteligencia artificial generativa, con ChatGPT a la cabeza, es que la tecnología ya no sólo es capaz de reemplazarnos en tareas manuales, sino también en labores que tradicionalmente se han entendido que conllevan un proceso intelectual o creativo.
Sus consecuencias ya se están empezando a ver en nuestro país. Según informa La Vanguardia, Domestika va a despedir a 89 trabajadores en España, el 45% de su plantilla en nuestro país, de los que prescindirá gracias a las posibilidades de automatización que brindan las nuevas herramientas de inteligencia artificial.
“El contexto macroeconómico actual está provocando recortes en todo el sector tecnológico, pero nosotros también estamos directamente perjudicados por la automatización de procesos de las nuevas aplicaciones de inteligencia artificial, como ChatGPT”, afirman fuentes de la compañía, tal y como recoge el diario.
De los trabajadores afectados por los despidos, 22 de ellos están vinculados a los servicios de traducción, una labor que a partir de ahora se automatizará mediante aplicaciones de machine learning. La empresa también prescindirá de nueve empleados especializados en creación de contenido de marketing, cuya tarea será automatizada por herramientas de inteligencia artificial generativa como ChatGPT. En el equipo quedarán dos personas que supervisarán los textos generados por el robot.
¿Estamos realmente amenazados los trabajadores por el ‘boom’ de la inteligencia artificial? Hace diez años, un estudio de la universidad Oxford aseguraba que cerca de la mitad de los empleos en Estados Unidos serían susceptibles de ser automatizados en las siguientes dos décadas.
En una línea similar, otro informe elaborado por la misma universidad y Deloitte, en este caso de 2015, auguraba que el 35% de los empleos de Reino Unidos estarían en peligro de ser automatizados en los siguientes diez o veinte años. Sin embargo, ya hemos recorrido la mitad de camino y parece que todavía estamos muy lejos de esas previsiones.
De hecho, el Instituto de la Ingeniería Española señala el escenario apocalíptico de destrucción de empleo como consecuencia de la automatización es un mito, puesto que los países con más robots por trabajador tienden a tasas de paro más bajas y un mayor PIB per cápita, citando los datos de una investigación de la Federación Internacional de Robótica.
Especifica que España ocupa la decimotercera posición en cuanto a automatización del trabajo, con 191 robots por cada 10.000 empleos, situándonos por encima de la media mundial (113 robots por cada 10.000 trabajadores) y europea (114). Los líderes mundiales son Singapur (918) y Corea del Sur (855). Y en Europa, los países más punteros son Alemania (364) y Suecia (277).
Además, precisa que nuestro país se sitúa en la undécima posición en cuanto a la instalación anual de robots industriales (3.800 robots al año), liderada por China con mucha diferencia (140.500). En nuestro continente, los que están adoptando más rápido la automatización industrial son Alemania (20.500) e Italia (11.100).
No obstante, la OCDE considera que “la digitalización y la automatización podrían acelerarse rápidamente”. “La proporción de empleos en riesgo por la automatización oscila entre el 4% y casi el 40% en todas las regiones. Si bien los lugares que enfrentan mayores riesgos tienden a tener una fuerza laboral con menor educación y están menos urbanizados, la rápida adopción del teletrabajo podría ampliar la creación de empleo fuera de los centros tradicionales de alto crecimiento”, añade.
En cualquier caso, son muchas las fuentes que prefieren calmar los ánimos y que remarcan que el desarrollo de la inteligencia artificial no supondrá la destrucción de empleo, sino la transformación del mercado laboral, en el que se disparará la demanda de profesionales que diseñen y operen estas plataformas.
Por el contrario, los puestos de trabajo relacionados con tareas mecánicas y repetitivas, que puede ser automatizadas con facilidad y donde el empleado humano no aporta valor, tenderán a ser robotizadas. En cuanto a las labores más creativas, habrá que ver cómo evolucionan herramientas de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT o DALL-E, entre otras.