El pasado 14 de septiembre, el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicaba un decreto con el que regulaba la instalación y utilización de desfibriladores externos fuera del ámbito sanitario. Se dicta aquí la obligatoriedad de determinados espacios públicos de disponer de desfibrilador. En la lista se encuentran los grandes establecimientos comerciales, aeropuertos, instalaciones de transporte público, hoteles de más de 100 plazas, residencias de mayores, los centros educativos y los centros de trabajo con más de 250 empleados, entre otros.
La medida queda justificada por la alta incidencia de las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en el mundo occidental. Borja Díez Sainz, sabedor de la prevalencia, se anticipó al decreto tanto por oportunidad de negocio como médico experto en el manejo de pacientes críticos tras numerosos años en la UCI. Constituyó así la empresa Anest Intens, la suma de la especialidad de su mujer, anestesista, y la suya, médico intensivista (UCI).
La empresa nace en 2012 con la intención de ofrecer servicios médicos compaginándolo con la formación como otra línea de negocio. Se sirven de la experiencia de Díez Sainz como profesor asociado en la Universidad Europea y de su trayectoria como instructor del Plan Nacional de RCP (Reanimación Cardio Pulmonar). Aprovechando todo ello, arrancan en 2015 el que denominan Proyecto Reanimación.
Colegios cardioprotegidos
Se trata de un programa de formación dirigido, en una primera fase, a los centros educativos para formar a niños de 12, 14 y 16 años así como a sus padres y profesores sobre cómo actuar ante la presencia de un caso de parada cardiaca y el manejo del desfibrilizador. El motivo no es otro que reducir el número de esos 30.000 fallecimientos que se calcula que se producen anualmente solo en España por esta causa. El 70% de los episodios se manifiestan fuera del ámbito sanitario, ante gente inexperta que, en caso de disponer de la formación necesaria, podrían haber salvado hasta 4.500 vidas.
El hecho de que el Proyecto Reanimación se acometa primero en los centros educativos, no hay que relacionarlo con una mayor incidencia en estos espacios, sino con el objetivo de “tener ya formados a nuestros futuros cuidadores como forma de invertir en una sociedad cardiprotegida y transmitir también la enseñanza al resto de la comunidad educativa”, dice Díez Sáinz. En principio, consideran suficientes dos horas anuales de instrucción en primeros auxilios y el uso adecuado del desfibrilador El equipo de profesores lo integran, además de los fundadores, otros 8 médicos especializados en el trato con pacientes críticos. Se suman a ellos para casos de cercanía, dos profesionales de enfermería.
El servicio es privado teniendo que pagar por él tanto los padres como los colegios, en función del número de alumnos (una media de 100€ por alumno). Hasta ahora, han sido dos centros escolares de Madrid los adscritos al proyecto y otras tantas escuelas infantiles. Trabajan también con alguna ONG para formar a personas con discapacidad. Pero el proyecto es ambicioso, tanto que, tras implantarlo en la mayor parte de los centros docentes nacionales, el plan es acometerlo en las empresas. Decir también que todos aquellos que finalizan el programa de formación reciben un título acreditado por el Plan Nacional de RCP, avalado por el Ministerio de Sanidad.