Ámbitos tecnológicos horizontales”, decíamos. ¿En qué se concreta eso? Europa ha identificado varios sectores de futuro. A saber: nanotecnología, biotecnología, materiales avanzados, TIC, pequeña energía y tecnologías limpias y logística. “En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, hemos identificado el sector agroalimentario, el consumo, hábitat, automoción, bienes de equipo, sanidad eficiente y turismo funcional. Lo que hay que hacer es buscar el cruce respecto a lo que Europa plantea y lo que tenemos. El dinero que venga será para ese entorno. Y cada comunidad tendrá que diseñar los programas para que ese entorno y las empresas de él se beneficien”, cuenta Javier García.
¿En qué otros ámbitos es competente España?
“Hay un potencial brutal en agroindustria en general. También en salud, porque como somos uno de los países con regiones con mucha gente mayor y hay soluciones en e-salud que se pueden probar aquí. Tenemos una tradición industrial muy potente, por lo tanto en fabricación digital y nuevos materiales aplicados a nuevos productos la industria también tiene capacidad. Y meter TIC a los procesos de fabricación. Las TIC es una especie de manguera que riega eficiencia y productividad a muchos sectores”, sostiene el fundador de Sintetia.
Por unas regiones más inteligentes
Ya no vale todo. Horizonte 2020 apuesta por la especialización regional, lo que determinará las partidas económicas.
Según explica Jesús Casanova, director del CEEI de Valencia, lo que se ha planteado “son regiones más inteligentes. Hay menos dinero para ello, pero está dentro del paquete de temas de Europa 2020”. Se trata de la especialización por regiones a la que van a ir los fondos estructurales (los Feder y los del Fondo Social Europeo) de la Unión: “Lo que se ha pedido es que cada comunidad autónoma desarrolle su sistema de innovación”.
Dinero a absorber
Europa dice qué ámbitos tecnológicos horizontales le interesan y cada comunidad ve qué puede hacer. “Es para que no pase como en el anterior programa, en el que todo el mundo pidió de todo. Cada comunidad planteó lo que quería, pero en la convocatoria actual es más: dígame usted en qué es excelente y demuéstremelo, porque vamos a dar sólo para lo que esté preparado y donde esté posicionado. Agrupe a todas las entidades y organismos que hay en su comunidad y funcionen”, añade Casanova.
De nuevo, la idea es ‘bajar al terreno’. Como explica García, “los problemas del tejido de Asturias no son los del de Valencia. Tú ahora metes 50 millones de I+D en Asturias y no se absorbe. ¡No es un problema de dinero! En I+D no es cuánto dinero tengo sino qué voy a hacer con él. Yo he evaluado 482 millones de euros en I+D de 2005 a 2010 y hubo convocatorias que no se dieron porque no hay capacidad de absorción”. Alma Consulting detectó en su Barómetro de la Innovación que “las ayudas europeas tienen dificultad para encontrar empresas beneficiarias”.
El nombre bajo el que se ejecuta todo esto es RIS3 y en España cada región ya está definiendo en qué es buena (no buena, sino ¡excelente!) para ir a por esos fondos y repartirlos entre sus empresas. A ti, pyme, la información te llegará vía tus organismos regionales más cercanos (CEEI, ADR…). Échale un vistazo al Quién te Ayuda a Emprender, que publicamos en el número de septiembre para tener
más referencias de a qué puertas llamar.
La unificación en la creación de empresas
Llegará el día en que crear una empresa sea igual en España que en Reino Unido, Italia o cualquier otro país de la Unión? Era otra de las preguntas que hacían muchos asistentes durante la Asamblea de la Pyme, y que incluso iniciativas como el club de líderes de startups (apoyado por la Comisión Europea) incorpora entre sus recomendaciones: lo llaman la e-corp y es una especie de nueva forma empresarial con requisitos unificados en todo el continente. El problema aquí vuelven a ser los países y sus intereses nacionales. ¿Llegaremos a verlo? De momento, no tiene pinta. Quizá para el reportaje que hagamos en 2020, sobre si toda esta estrategia funcionó, podamos contártelo.
Así están las cosas: cuando nos dicen que la economía la soportan las pymes, tienen casi toda la razón. Aunque en términos de empleo las pymes (menos de 250 empleados) crean el 66,5% del total, el porcentaje de empresas pequeñas sobre el total de empresas es demoledor: el 92,1 % (el 93,8 % en España) son microempresas, es decir, tienen menos de 10 empleados.