Según aclara Lorenzo Amor, presidente de ATA en su cuenta de twitter, de los 3.269.250 autónomos registrados actualmente, el 52% (1.698.930) cotiza por la base mínima de 944,40€/mes por el pago de una cuota mensual a la Seguridad Social de 286 euros, el 48% (1.570.320) cotizan por una base superior a la mínima y 1 millón de autónomos cotizan por una base superior a los 1.500€/mes. No obstante, hay que decir que los porcentajes que facilita Lorenzo Amor distan mucho de las apreciaciones de otras fuentes que elevan hasta un 85-90% la cantidad de autónomos menores de 47 años que cotizan por la base mínima.
Hasta ahora, cualquier autónomo menor de 47 años podía elegir libremente su base de cotización independientemente de los ingresos reales. Ahora, el denominado ‘Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía española’ presentado ayer por el presidente, Pedro Sánchez, contempla acometer una nueva reforma para los trabajadores por cuenta propia que parece limitar esa libertad de elección de las bases y ajusta las cotizaciones de los autónomos a los ingresos reales.
Este cambio ya había sido debatido con anterioridad por los representantes del colectivo de los autónomos, contando con el beneplácito de asociaciones como UPTA o UATAE, pero choca ahora con ATA que entienden que no es el mejor momento para abordar la reforma ni subidas de la cotizaciones de ningún tipo. Aunque la Seguridad Social afirma que la aplicación de la propuesta será gradual, los autónomos de ATA responden que, con la crisis actual, cualquier subida es inasumible.
El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, sostiene, sin embargo, que serían muchos más los autónomos que se beneficiarían de una bajada de las cuotas que los perjudicados por una subida. En cualquier caso, está reforma de las cotizaciones que afectaría al futuro de las pensiones de los trabajadores autónomos, es un asunto que recoge el Pacto de Toledo, cuya comisión sigue sin concretar una recomendación concreta al Gobierno de la nación.
Por qué los autónomos no pagan más
Aunque José Luis Escrivá insiste en recordar que cotizar más implica mayores prestaciones sociales y mejor jubilación, lo cierto es que, hasta ahora, gran parte de los autónomos, haciendo uso de esa libertad de elección, se decantan por el pago mínimo. El motivo que aducen es que siempre pagan más de lo que reciben sin llegar a equipararse nunca sus derechos a los de un trabajador del Régimen General. Bajo dicho argumento, aquellos a los que les van bien las cosas, prefieren acogerse a productos alternativas que garanticen el futuro de sus pensiones, como un plan de jubilación, antes que incrementar sus cuotas a la Seguridad Social.
Otra razón que esgrimen algunos es que pocos autónomos se beneficiarían de la bajada. Muchos dudan de que un porcentaje tan elevado de autónomos facturen realmente esos 944,4 euros mensuales (a los que habría que descontar su cuota de 286,1 euros de la cotización) porque su economía sería insostenible. La conclusión que se extrae de esta visión es que la subida afectaría a más autónomos de los que, en principio, se barajan.
Para saberlo, habrá que esperar porque las cifras concretas de la reforma aún no se han perfilado. Faltan por aclarar detalles como saber qué se entiende por ingresos reales para establecer la cuota correspondiente -facturación o rendimientos netos-; a quiénes afecta la medida, teniendo en cuenta que la ley actual impide cambiar la base de cotización una vez alcanzados los 47 años; saber si los derechos percibidos serían proporcionales a las bases cotizadas o si la reforma afectaría a los beneficiarios de incentivos por nuevos autónomo, entre otros. En resumen, falta saber con precisión a quién beneficia y a quién perjudica la reforma.