La audacia y ambición de Elon Musk están fuera de toda duda. Él último gran reto del emprendedor sudafricano es conseguir que hasta 100 personas viajen a la Luna y a Marte en los cohetes de SpaceX.
Pero ese objetivo no es nada fácil, como vimos ayer. En su primera prueba, la empresa consiguió hacer despegar la aeronave Starship, la más grande jamás desarrollada y con la que aspira lograr esta hazaña. Sin embargo, algo falló en el proceso de desacoplamiento del cohete propulsor, provocando la explosión cuando apenas llevaba cuatro minutos de vuelo.
El ensayo arrancó con mal pie, ya que estaba previsto para el pasado lunes. Sin embargo, un problema en una válvula defectuosa provocó que se aplazase el lanzamiento. Ayer también tuvo algunas complicaciones antes de despegar, ya que los ingenieros se vieron obligados a detener la cuenta atrás poco antes de la ignición para realizar algunas comprobaciones. Y después llegó la explosión final.
No obstante, Musk considera que la prueba ha sido un éxito y asegura que Space X ha aprendido mucho en este ensayo. De hecho, ha anunciado que preparara un nuevo lanzamiento para dentro de unos meses, tal y como indicaba en su cuenta en Twitter.
Según explica El País, el fallo que ha causado la explosión ha sido un problema en la maniobra de separación de la nave y el cohete impulsor, llamado Super Heavy. Este cohete debía girar sobre sí mismo para desacoplarse la nave, pero el mecanismo que los une no se abrió, obligando a hacer actuar un sistema de autodestrucción para evitar su caída a tierra.
Aunque la compañía de Musk se muestre satisfecha con la prueba, el objetivo inicial de la misma era mucho más ambicioso. Space X esperaba que la Starship diese una vuelta completa a la Tierra, acabando su viaje con un amerizaje en el océano Pacífico, unos doscientos kilómetros al norte de Hawai, tal y como recoge BBC News.
No estaba previsto que la nave o el cohete fuera recuperados, pero ésta es la meta a largo plazo. De este modo, la empresa confía en poder aterrizar ambas partes en el futuro, con el fin de recargarlas y volverlas a lanzar de nuevo, como los transbordadores actuales.
“En la industria, ciertamente hay una expectativa muy alta sobre el potencial disruptivo de este vehículo”, afirma la consultora espacial Carissa Bryce Christensen, en declaraciones para BBC.
“Su enorme capacidad, desde un punto de vista comercial, podría ser significativa. Un vehículo muy grande apto para humanos podría ser importante para el surgimiento del turismo espacial. El otro elemento es que el vehículo sea económico. Entonces, tienes un vehículo con dos aspectos transformadores: capacidad masiva y, potencialmente, a un precio muy bajo”, añade.
En una primera fase, Musk planea utilizar la Starship para lanzar miles de satélites para su proyecto Starlink, con el que quiere crear una red de internet de banda ancha en el cielo. El lanzamiento de naves con personas no llegará hasta que los ingenieros no sean capaces de asegurar su confiabilidad.
La primera misión tripulada ya está definida. Será comandado por el multimillonario empresario estadounidense y piloto de aviones rápidos Jared Isaacman, quien ya voló al espacio en una cápsula Dragon de SpaceX.
Asimismo, el primer vuelo alrededor de la Luna será realizado por el multimillonario japonés Yusaku Maezawa, quien llevará con él a ocho artistas en el proyecto denominado DearMoon. Además, la Nasa quiere usar una versión de Starship para llevar astronautas a la Luna.
Pese a que Musk afirme que el ensayo ha sido un éxito, lo cierto es que desinfla las expectativas depositadas en el proyecto. Además, se une a otras malas noticias que está recibiendo el empresario en los últimos meses.
Por ejemplo, hace unos días nos hacíamos eco de la caída bursátil de Tesla, toda vez que la compañía no lograse cumplir sus objetivos de venta en el primer trimestre de 2023. Asimismo, en este artículo explicábamos los motivos de la caída de la popularidad del CEO de Tesla, Space X y Twitter.