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29 May, 2023

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Datos a buen recaudo

La Red ya no es sólo un lugar al que acudir para buscar información o hacer una reserva de un billete de avión. La aparición de múltiples aparatos portátiles con gran conectividad y escasa capacidad de almacenamiento –como los netbook, PDA, smartphone e incluso móviles– está cambiando la manera de concebir el manejo de la información.

“Internet y la banda ancha han revolucionado la capacidad de transmitir la información, ofreciendo a los usuarios múltiples posibilidades para disfrutar de un almacenamiento remoto: desde las soluciones de pago tradicionales hasta los servicios gratuitos de grandes compañías o las más recientes basadas en redes P2P. Estas opciones responden a una demanda real del servicio que está creciendo en los últimos años, especialmente en el mercado residencial”, apunta Jordi Martín, director de Márketing de Acens.

Manuel Amutio, director general técnico de Arsys, va más allá. Considera que “estamos viendo sólo la punta del iceberg de una tendencia que va a crecer hasta límites insospechados. Se trata de un paso lógico en la evolución de Internet, que está trascendiendo sus funciones como medio de comunicación para convertirse en una plataforma de comunicación”.

Estamos hablando de aplicaciones que se alojan en servidores, frente a la adquisición de un CD con un programa y su instalación en un ordenador o varios con un acceso local a los datos. Se trata de correo electrónico corporativo, copia de seguridad, comercio electrónico, servicios de atención al cliente (CRM)… a cuyos datos se puede acceder en cualquier equipo con conexión a Internet.

En las nubes
De esta manera, los especialistas apuntan hacia la configuración del ordenador (o el equipo que utilicemos) como una pasarela por la que acceder a una constelación de datos o, como se viene definiendo de un tiempo a esta parte, a un cloud storage o almacenamiento en la nube. Esta tendencia es la evolución de la denominada cloud computing, consistente en la prestación de tecnologías de la información como servicio –siguiendo un modelo de pago por uso– a través de una nube, es decir, una red pública, que generalmente será Internet.

A este movimiento se están apuntando importantes corporaciones como Google (App Engine), Amazon (Simple Storage Solution –S3– y Elastic Compute Cloud –EC2–), IBM (Blue Cloud) e incluso Microsoft, que ha anunciado el próximo Windows Azure, un sistema operativo específico para el almacenamiento web, y esto si que supone una verdadera novedad, que alojará la información en los centros de datos de Microsoft.

En definitiva, se trata de trasladar la capacidad de ejecución y los datos del terminal a la Red. De esta manera, se liberan recursos de los equipos y el ordenador se desvincula del puesto de trabajo, haciendo posible el desempeño de nuestras tareas en cualquier lugar con acceso a la red. Incluso, “es una opción mucho más ecológica”, añade Oliver Mauss, consejero delagado de 1&1, el mayor proveedor mundial de alojamiento web, que utiliza sólo energía verde para alimentar los 55.000 servidores que posee en sus siete centros de datos, lo que unido a sus medidas para disminuir el consumo energético “permiten ahorrar la emisión de más de 30.000 toneladas de CO2 al año”.

En cualquier sitio, a cualquier hora
Y es que ésta es una de las claves del almacenamiento web: las posibilidades que ofrece a la movilidad. “En un mundo en movimiento, cada vez es más importante poder tener acceso a todos los datos desde cualquier lugar. De ahí la necesidad creciente de utilizar estos servicios para almacenar datos en lugares seguros a los que se pueda acceder en todo momento”, explica Damian Schmidt, director ejecutivo de Strato.

Igualmente, el director general técnico de Arsys indica que el acceso móvil y multiplataforma a los datos “supone una importante ventaja para las compañías con empleados móviles, con distintas sedes o una flota comercial. De este modo, pueden acceder a la información corporativa desde su smartphone o el ordenador de casa”.

En este contexto, diversos proveedores ofrecen servicios de almacenamiento remoto y backup on line que registran a distancia nuestros datos. Aunque las diferencias entre ambos servicios son difusas, podemos decir que el almacenamiento web sería casi como un enorme disco duro on line, accesible en todo momento a través de la red, mientras que el backup on line se trataría de una copia de seguridad, cuyo principal cometido es el resguardo de nuestra información. Así, mientras que en el almacenamiento remoto la esencia es la accesibilidad, en el backup on line la premisa es asegurar los datos.

Más ágil, flexible y barato
Lo cierto es que tanto uno como otro comparten unas ventajas similares, entre las que destacan las siguientes:

  • Ubicuidad y colaboración. La principal ventaja del almacenamiento remoto es la multiubicuidad, pero también la creación de entornos de colaboración en el que distintos usuarios pueden acceder a una información.
  • Romper dependencias físicas. “La información está siempre accesible cuando un usuario la necesita y elimina la dependencia de los dispositivos físicos de almacenamiento, como un disquete, un CD o un memory stick”, declara el responsable de Arsys. Además, “se puede acceder a los datos sin necesidad de cargar con soporte alguno, como memoria o disco duro USB, CD, DVD…”, añade Schmidt.
  • Abaratamiento de costes. “La capacidad de almacenar remotamente información permite aumentar la seguridad y disponibilidad de la información con un coste menor”, señala Martín. Igualmente, Amutio incide en que al tratarse de un proveedor externo “resulta más económico, tanto por el coste de los tradicionales sistemas de cintas utilizados para el almacenamiento de datos como por las garantías que ofrecen los proveedores. Habría que tener un servidor de última generación, con personal altamente cualificado las 24 horas y los 365 días del año, redundancia de redes eléctricas y de telecomunicaciones, sistemas de seguridad informática, entre otros”.Y a esto hay que añadir el ahorro de espacio necesario, de consumo de energía frente a un centro propio de datos y de licencias de software de administración y respaldo.
  • Más agilidad. “Las limitaciones de las cintas de almacenamiento off line pueden no satisfacer las necesidades móviles, en las que se requiere que el tiempo de recuperación sea el menor posible y la información esté disponible desde cualquier punto”, añade Gustavo San Felipe, responsable de Seguridad de Acens .
  • Escalabilidad. Predecir nuestras necesidades de almacenamiento a medio y largo plazo puede ser complicado. O tal vez aún no necesitemos una capacidad demasiado grande, pero preveamos que nuestra demanda vaya a crecer. “Nuestra diferencia con la competencia es la escalabilidad de nuestros servicios, tenemos un producto que puede utilizar fácilmente cualquier tipo de usuario y que luego puede ir ampliando”, afirma Oliver Mauss.

Algunas trabas
Hemos visto que las ventajas del almacenamiento remoto y el backup on line son importante, pero todo tiene su cruz. Éstas son algunas de las complicaciones que aún hay que afrontar:

  • Estándares e interfaces. Para Amutio, “los problemas son principalmente coyunturales, derivados de que los estándares e interfaces multiplatafoma todavía se están desarrollando”. Esto influye esencialmente en la facilidad de uso de los sistemas.
  • Caídas de red. La dependencia de la conexión a la red de un sistema de almacenamiento remoto o backup on line es evidente. Así, hay alguna posibilidad de quedar sin acceso hasta que se solucione el problema, aunque en ningún caso se corre el riesgo de perder los datos almacenados.
  • Escaso ancho de banda. Gustavo San Felipe reseña las limitaciones que presenta el ancho de banda y el tiempo que se emplea para hacer un backup. “Aunque la velocidad de las líneas de comunicación y la capacidad de proceso de los sistemas ha aumentado, se hace necesario el empleo de mecanismos técnicos que reduzcan el espacio ocupado por las copias de seguridad, de tal forma que el tiempo empleado en la realización de la copia y el ancho de banda necesario para comunicación con el servidor sea el menor”, matiza. De igual modo, Manuel Amutio indica que “son soluciones que requieren ancho de banda tanto en redes de telecomunicaciones fijas como móviles, con el inconveniente de la tarificación en estas últimas”.