Uno de los servicios asociados más usuales que incorporan las tarjetas de crédito son los seguros. Las coberturas de los mismos se van incrementando a medida que la gama de la tarjeta es más alta pero, en su afán de abarcar todas las contingencias, algunas llegan a incluir el coste de reemplazo de documentos (para empresas) o una compensación por secuestro del avión (para particulares).

Éstas son algunas de las coberturas más corrientes y que te conviene tener en cuenta ante posibles contingencias.

Asistencia por retraso en medios de transporte: prevé indemnizaciones de hasta 200 euros en el caso de sufrir retrasos en el avión, en el que también se incluye en caso de overbooking, aunque esta cuantía puede ser superior en función de la opción suscrita. La mayoría de las modalidades Oro y Platino lo contemplan.

Ante robo o pérdida: este seguro está destinado a los gastos ocasionados por la pérdida o robo de la tarjeta a partir de una determinada cantidad, generalmente por encima de 100 euros. Está activada en la mayoría de las modalidades.

En caso de accidente: la póliza cubre el accidente en un medio de transporte en caso de que el titular de la tarjeta fallezca o sufra lesiones que le produzcan invalidez. La cuantía máxima es de 120.000 euros a excepción de las tarjetas Oro y Platino, donde se eleva a los 450.000.

Asistencia por accidente: cubre los gastos médicos, quirúrgicos, farmacéuticos y de hospitalización en países extranjeros debidos a un accidente o enfermedad, hasta una cuantía máxima que depende de la tarjeta suscrita. Además, si tienes que prolongar tu estancia en el extranjero por esa causa, también percibirías una indemnización diaria. Excepto en la modalidad básica, está presente en todas las tarjetas.

Por el equipaje: seguro gratuito por la compra del billete de avión u otro medio de transporte con la tarjeta y que asegura el equipaje por un importe que oscila entre los 600 y 1.000 euros.