Ellos se encargan de diseñar la estrategia de entrada (incluso te dirán si tu empresa no es competitiva para ir allí), te organizarán encuentros one to one con potenciales clientes, proveedores, socios o venture capital, te orientarán sobre los aspectos legales y te ofrecerán formación y asesoramiento para superar el salto cultural y conseguir reuniones productivas. “La mayoría de los clientes de estas empresas son pymes de base tecnológica, con pocos empleados, y con un equipo directivo muy fuerte y con mucha energía. Les llevamos de la mano hasta que firmen lo que busquen”, asegura María Fanjul.
Por este tipo de servicios integrados, que suelen durar entre seis y ocho meses, pueden cobrar hasta 50.000 euros. Para quienes tengan pocos recursos y quieran aterrizar allí para quedarse, otra opción es buscar una incubadora de negocios. Una alternativa al alcance de cualquier emprendedor.
Si únicamente quieres tantear el mercado, puedes realizar el viaje con cámaras de comercio, parques tecnológicos y otras instituciones españolas que organizan encuentros profesionales para ayudar a las empresas españolas a implantarse allí. Son viajes para tantear el mercado y que pueden hacerse por 2.000 euros. O solicitar estos servicios a las consultoras especializadas, que se encargarán de introducirte en algún evento en Silicon al que acuden entre 300 y 500 personas clave del lugar. Este servicio cuesta en torno a 4.000 euros.