El primer trimestre de 2008 se cerró con una flota de vehículos en renting de 568.090 unidades. Dicha cantidad supone un incremento del 10,53% con respecto al mismo periodo del 2007e implica una facturación de 1.174,81 millones de euros. Actualmente, el 12% del total de las nuevas matriculaciones efectuadas en el mercado nacional se ejerce bajo esta fórmula, según datos de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER).
La propia AER es un reflejo de la tendencia del sector. Inició su andadura en el año 1995 con seis empresas y en doce años ha cuadruplicado su afiliación. “Es evidente que el sector del motor está sufriendo una ralentización motivada, entre otras cuestiones, por la coyuntura económica que se está viviendo tanto en el ámbito nacional como el internacional.?Sin embargo, desde nuestro sector estamos convencidos que este es un buen momento para que las empresas se acojan a los vehículos de renting por todas las ventajas económicas, financieras, fiscales y operativas que aportan”, asevera Agustín García, presidente de AER.
No obstante, aunque las cifras son progresivas, los profesionales del renting lamentan hallarse aún lejos de los porcentajes de penetración en el mercado automovilístico alcanzado en países como Gran Bretaña, donde el renting absorbe el 30% de las nuevas matriculaciones.
Los sectores más activos en la contratación del servicio del renting de vehículos se hallan en los laboratorios químicos y farmacéuticos, la industria alimenticia, inmobiliarias y el comercio al por mayor. En cuanto a las marcas y modelos preferidos existe un gran paralelismo entre el renting y el mercado general. Turismo comercial, con Renault Clío a la cabeza, antes que gama premium, y propulsión diesel (89,30%), antes que gasolina (10,70%). Todo dependerá del cargo y la actividad que desempeñen en la compañía las personas a las que se destinan los vehículos.
El reparto del mercado
En cuanto al tipo de empresas que se adhieren a esta fórmula, destacan las grandes corporaciones, que en 2007 coparon el 58% del mercado. También las Administraciones públicas se han convertido en un fiel demandante y acogen el 5% de la flota.
Las pymes, que fueron las que más tarde se incorporaron, cobran protagonismo y confían en cerrar el año con un 33% de representatividad en el mercado.
El 4% restante se distribuye entre los profesionales liberales, autónomos y particulares.
Con respecto al reparto por comunidades autónomas, Madrid, con un 36,42%, y Cataluña, con un 26,44%, son las que concentran la mayor demanda de vehículos de renting.
El vehículo como herramienta de trabajo
Qué es lo que justifica esta bonanza del sector cuando hace al menos dos años que los nubarrones amenazan a la industria automovilística. “Nosotros vendemos a empresas, las cuales tardan más en reflejar la sensibilidad a los ciclos económicos que las economías domésticas. Además, es en los tiempos difíciles cuando más hay que esforzarse y aquí hablamos del vehículo como herramienta de trabajo” argumenta Jorge Bautista, consejero delegado de ING Car Lease.
José González, director de Universal Lease Iberia, aduce que “además de las innegables ventajas que aporta el renting a las empresas, parece estar cambiando la mentalidad del empresario español desprendiéndose del concepto de la propiedad. Es mucho más práctico y cómodo exteriorizar la gestión de la flota que querer controlarlo todo”.
Otra de las razones puede ser, según Agustín García, el mimetismo. “Tendemos a imitar a los grandes, convencidos de que sus actuaciones están más estudiadas. Y si hasta ahora las pymes han visto cómo las grandes sociedades se adherían a este método de renovación de flotas, porqué no va a ser bueno para ellas”.