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09 Jun, 2023

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Internet

El gran boom viene por dos líneas diferentes: las redes sociales y el cloud computing. Ambas son dos tecnologías que están en pleno desarrollo, casi en el punto más álgido de la curva de mercado, y sin embargo todavía darán mucho juego para crear negocios o transformar uno en funcionamiento.

‘Cloud Computing’
La nube es uno de los avances más revolucionarios de los últimos tiempos: permite que todo nuestro contenido digital esté colgado en un espacio ajeno, y nos ahorra costes de servidores y de dispositivos.

“En el cloud computing estamos viviendo varias fases. La primera ha sido la de la creación de autopistas y armarios para transferir toda la información a la nube, en el primer caso, y para almacenarla, en el segundo. Ahora se trata de ver cómo se hace la computación de esa ingente cantidad de datos”, señala Pedro Moneo, CEO de Opinno, director de la revista Technology Review del MIT en España y organizador del más importante evento de tecnologías emergentes que se celebra en España EMTECH Spain. Y en esta gestión se abren, sobre todo, tres campos:

‘Streaming’
Este concepto, que hace referencia literalmente a la transmisión a un punto, se vincula con las tecnologías que permiten agilizar y recortar la velocidad de respuesta. En la actualidad ya se están desarrollando tecnologías que permiten que cualquier móvil de los llamados tontos puedan acceder en tiempo real a cualquier contenido que tengamos almacenado en la nube, desde vídeos hasta presentaciones. Éste es todo
un avance que puede mejorar la gestión de contenidos
en las empresas y también agilizar las transacciones en el comercio electrónico.

Encriptación
La seguridad en la nube es crucial para que esta tendencia se consolide. Aquí están surgiendo numerosas empresas que están desarrollando software destinado a garantizar la seguridad en las transmisiones del cloud computing. IBM acaba de crear una tecnología que, además, permite realizar y analizar operaciones en la nube con datos encriptados sin necesidad de desencriptarlos. Es decir permite hacer computación de información encriptada. Esto puede ser crucial para garantizar la seguridad no sólo en la gestión de la información sino en las operaciones monetarias.

Big Data
Está relacionado con el cloud computing, pero trasciende sus límites. Desde la puesta en marcha de la Red se han ido subiendo cantidades ingentes de información y hay muchísima información en tránsito. Ahora, señala Juan Miguel Gómez Barbis, profesor de Ingeniería de Software de la Universidad Carlos III y profesor asociado de EAE, “se trata de ver qué hacemos con todos esos datos y ahí es pueden surgir multitud de oportunidades de negocio”. Y señala dos áreas principales.

Minería de datos: se trata de desarrollar modelos de negocio que permitan dar valor a esos datos, hacer lo que se llama business intellligence, para ser capaces de discriminar qué información realmente me interesa y cuál no. “Las empresas están como locas por saber su social media, cómo son percibidas, qué piensan sus consumidores de ellos”, insiste Barbis. Así que todos aquellos modelos de negocio especializados en el análisis de datos de Internet tienen mucho futuro.

Monitorizar esos datos: ser capaces de crear directorios que permita almacenar los datos que me interesan y replicarlo en todos los dispositivos (lo que ya hace Dropbox por ejemplo).