Si a Jenaro García, 43 años, alguien le hubiese preguntado en sus años más jóvenes “¿estudias o trabajas?”, hubiera tenido que contestar: las dos cosas. Porque si algo define a este economista con un máster en Administración de Empresas metido a tecnólogo ha sido su temprana vocación de emprendedor. Con 19 años ya compaginaba sus clases en la Universidad Complutense madrileña con la creación de su primera empresa, un negocio de importación de coches de segunda mano de Alemania que, dice, “me permitía ir a clase metido en un Porsche Carrera o en un BMW serie 7“. La devaluación de la peseta en 1992 acabó con la empresa al convertir a los vehículos germanos en prohibitivos. Otro se hubiera desanimado, él no. “Esa temprana iniciativa me dio la posibilidad de gestionar un negocio y saber lo que es el riesgo empresarial”. De todos modos, tras el cierre de la firma importadora, Jenaro decidió que sería interesante trabajar unos años antes de lanzarse a una nueva aventura empresarial y se fue a trabajar a Estados Unidos en el sector financiero. “Estuve ahí, hasta 1996, con Prudential Securities, con Merrill Linch y con SmithBarney”. Ya de vuelta a España, con los ahorros de su actividad profesional y la herencia recibida de sus padres, decidió subirse a la ola de Internet que empezaba a romper por aquellos días y montó uno de los primeros ISP (Proveedor de Internet) españoles, que acabó facturando seis millones de euros y que vendió a sus socios al otear que el negocio lo iban a copar las operadoras. “Decidí entonces aprovechar mis conocimientos sobre mercados financieros y crear con varios socios Gowex en 1999”, afirma.
