Problemas de comunicación física y telemática, escasez de salidas profesionales y bajas oportunidades emprendedoras son los tres principales problemas que Juanjo Manzano, socio fundador de Alma Natura junto a su hermano, Israel Manzano, identifica en los entornos rurales. Serían las mismas causas que empujan a miles de jóvenes a abandonar cada año sus lugares de origen.
Ellos se han propuesto fijar a la población del entorno rural y para ello intervienen en cuatro líneas de trabajo. La primera es la formación donde intentan modernizar las aulas de colegios públicos rurales e impulsar acciones formativas bajo metodologías de ‘aprender haciendo’ y emprendimiento para los jóvenes que deciden montar su negocio en el pueblo. En una segunda línea organizan lo que denominan eventos con sentido,es decir actividades que reporten valor y utilidad real a los asistentes. En tercer lugar potencian el turismo responsable involucrando a los lugareños que, ejerciendo de anfitriones, pueden obtener algún ingreso extra y, por último diseñan actividades de innovación social que persiguen agitar nuevas ideas para transformar el entorno.
Eventos anuales
Carecen, pues, de target específico en cuanto a edad. Tanto les vale un anciano inscrito en el programa RuralTIC para acortar la brecha tecnológica generacional como un joven emprendedor a quien motivar a desarrollar su plan de empresa en su localidad natal. En total organizan una media de 60 eventos al año de los que se benefician más de 2.500 personas repartidas por distintos puntos rurales de la geografía nacional.
RSC
Tienen 75 clientes porque no son una ONG sino que cobran por cada servicio prestado. Y si durante un tiempo fueron las Administraciones las que sustentaron este proyecto nacido en la localidad de Arroyomolinos de León, en Huelva, la crisis arrasó con la buena voluntad pública. Alma Natura se vio obligada a rediseñar su estrategia empresarial y a lanzarse a la búsqueda de financiación privada. Para ello, intentan arañar parte del presupuesto que grandes corporaciones reservan a la Responsabilidad Social Corporativa, como la Fundación Vodafone, promotora del programa RuralTIC. Agregan también aportaciones de pymes, micropymes, asociaciones y alguna entidad pública hasta sumar los 75 clientes que les permite facturar entre 70 y 80.000€ al año.
Nueva lógica empresarial
En cuanto a los beneficiarios de sus actos muchos son de carácter gratuito, especialmente cuando el fin del evento es combatir la vulnerabilidad de algún colectivo o persona determinada. Al equipo fundador se unió posteriormente Concepción Macías, coach terapéutica y facilitadora de procesos de innovación social. Entre todos dicen difundir una nueva lógica empresarial donde el dinero no sea incompatible con el beneficio compartido. Para eso volvieron a reunirse en esta localidad de apenas mil habitantes que también abandonaron provisionalmente para formarse.