Tras varios años trabajando como reportera televisiva, Isabelle Rorke se juntó en 2004 con Dumi Gumbi para constituir Anamazing, la primera empresa de animación sudafricana dirigida y compuesta exclusivamente por mujeres y hombres de color. “Creamos Anamazing, básicamente, para ofrecer una alternativa a los dibujos norteamericanos que saturan nuestros canales locales. Muchos son demasiado violentos y se contradicen con los valores de nuestra cultura. Una vez que vimos claro este nicho, nos lanzamos a hacer realidad nuestro sueño”, cuenta Rorke. Para crear sus animaciones, este par de emprendedores estudiaron productos originales de India, Dinamarca y Reino Unido y después de juntar 1.500 euros de sus ahorros personales lograron dar el pistoletazo de salida a su proyecto. “A día de hoy Anamazing factura en torno a 621.000 euros”, apunta Rorke, que aprovecha para quejarse de la poca ayuda económica que existe en Sudáfrica para negocios emergentes. Según explican Rorke y Gumbi, que han sido galardonados con más de 40 premios internacionales, lo que les hace diferentes “es que nuestros productos tienen una importancia cultural para las audiencias de Sudáfrica, que se pueden identificar tanto con los personajes y su forma de hablar, como con las historias que contamos. Hay una referencia común”.
