Advertisement
01 Abr, 2023

Emprendedores Logo

×

Contoplanet: Cuentos digitales para niños

ContoPlanet es una aplicación de cuentos infantiles para iPhone y iPad [están trabajando también en versiones Android y html] que convierte cada historia en una experiencia emocional, intuitiva y amable”, explica Fabián Pedrero, uno de los padres de esta criatura digital. La aplicación es gratuita e incorpora un libro gratis. Cada uno cuesta 2,99 euros y el reclamo comercial es que tú te descargas los cuentos para el iPad, pero te valen para el iPhone y para el iPod Touch. “Hemos seleccionado una serie de cuentos pertenecientes una editorial gallega muy arraigada en los colegios. Cada cuento ha sido digitalizado, traducido a tres idiomas y narrado por profesionales. Se han añadido zonas táctiles, efectos de sonido y animaciones, de modo que podemos disfrutar cada cuento de diversas formas, con múltiples combinaciones que lo hacen diferente y especial”, continúa.

“Nuestra estrategia es ir introduciendo sellos de calidad [acaba de firmar un acuerdo con Pearson Education]. Vamos a trabajar con editoriales de calidad para que pongan aquí sus cuentos, tengamos volumen y sea apetecible venir aquí. La siguiente estrategia es convertirnos en editorial: que venga un escritor o un ilustrador y se dirija directamente a nosotros. Nos llegan muchos currículums”, explica.

“Las editoriales saben que tienen que dar el paso digital. El problema es que no saben cómo tienen que hacerlo. Nos hemos sentado con las grandes y nos han pedido que nuestro producto se lo hagamos para ellos con marca blanca. Les decimos que aprovechen nuestro proyecto primero y, si funciona, que después monten su tienda”, apunta.

“COMO RECOMIENDA APPLE…”

Fabián Pedrero
Cofundador Contoplanet

“Nuestra estrategia hasta ahora ha sido quitar en lugar de poner. Queríamos salir pronto al mercado para conocer el feedback de los usuarios. Todo sencillo, como recomienda Apple. Queríamos ayudar al texto, pero sin pasarnos. Si, por ejemplo, el texto dice que un bigote se mueve, el bigote se mueve y ya está. Y queríamos también que fuera sutil: que el niño investigue, que sea como un juego. En el mercado hay superproducciones, no libros… y, al final, no sabes lo que son”.