A Elisa Ibáñez y Roberto Broncano, fundadores de Andanta, les gustan los retos difíciles. “El proyecto nace con el propósito de desarrollar las tecnologías necesarias para crear un nuevo asistente virtual y su comercialización. No nos dedicamos a la investigación, sino a la innovación; la generación de conocimiento no tiene ningún sentido si no da un nuevo servicio o mejora alguno ya existente”.
Con esa filosofía, no pretendían hacer un asistente virtual mejor que los que ya existen, “sino hacer uno distinto, con nuevas funcionalidades y nuevas aplicaciones en el mercado. Nuestro asistente no es un buscador, es un sistema autónomo, capaz de recomendar productos, explicar el proceso de venta y realizar acciones de marketing (cross-selling, up-selling, etc.). Con nuestro sistema, llevamos al dependiente de la tienda a la web”, explica Broncano, que prevé cerrar 2011 con una facturación de 150.000 euros.
Responde a las necesidades
Para ello, estudiaron qué es lo que más valor tiene para el usuario y han desarrollado un sistema que se ajusta a esas necesidades: “Nos hemos centrado en la construcción de un motor de diálogo basado en varias técnicas de inteligencia artificial, capaz de chatear y gestionar el contexto de la conversación. También hemos avanzado en la parte visual, hecha en 3D, para conectar con el usuario”. Estos jóvenes, que se conocieron en la Facultad de Informática de la Autónoma de Madrid, tenían varias ideas, “y elegimos la del asistente, porque era la más difícil técnicamente y el software es una de nuestras pasiones”. Apoyándose en sus conocimientos sobre desarrollo de software y consultoría, también hacen proyectos a medida.