Becrit no va a buscar bichos al campo. Tampoco nos vamos a encontrar trozos de insecto en sus batidos. La compañía desarrolla sus productos con harina de insecto, elaborada a partir de un pequeño gusanito que es horneado, deshidratado y molido. “Tiene un sabor muy parecido a un fruto seco”, afirma Sergi Playà, cofundador y CEO.
La idea surgió hace algunos años, cuando acabó sus estudios y se marchó a Australia y Asia para trabajar como chef. “Cuando estaba en la isla de Koh Rong, en Camboya, un compañero me dio a probar un grillo. Yo había escuchado que era la comida del futuro y sabía que era un producto muy sostenible. Cuando lo probé, vi que tenía un sabor muy parecido a un fruto seco. Entonces pensé por qué algo tan bueno no se comercializaba en Europa”, explica.
Cuando regresó a España, trasladó su inquietud a David Morató, su mejor amigo desde la infancia. “Es un emprendedor nato. Él se dedicaba al sector audiovisual y a temas de comunicación y branding. Veía que era esencial tener una figura así en el proyecto, porque llevar el insecto a la dieta de los españoles es todo un reto. Había que hacer una comunicación increíble”, reconoce.
Un ecommerce como estudio de mercado
La primera decisión fue qué tipo de productos venderían. “Teníamos muchas dudas. Queríamos introducir el insecto como ingrediente, pero no sabíamos cómo hacerlo, dónde ir ni cuál era nuestro cliente”, comenta Playà.
En vez de invertir tiempo y dinero en largos y costosos estudios de mercados, se lanzaron a la arena. “Montamos un ecommerce donde empezamos a vender las 10 mejores marcas de Europa que ofrecían productos con proteína de insecto, como chocolatinas, pasta, barritas, crackers…Teníamos alrededor de 50 referencias. Así obtuvimos muchos datos acerca de lo que más le gustaba al consumidor”, señala.
Detectaron que el público deportista estaba muy interesado, porque el insecto tiene entre 60 y 70 gramos de proteína por cada 100 gramos de animal. Eso es el triple de proteína que la carne. Además, “nuestro producto no tiene lactosa y contiene nueve aminoácidos esenciales. El sector deportista era el que demandaba estos productos saludables y con más proteínas”, relata el CEO.
Aunque éste es actualmente su público objetivo, también está despertando interés entre quienes buscan alternativas al consumo de carne.
Batidos y hamburguesas de Becrit
En febrero de 2020, Becrit lanzó su propia marca de batidos de proteínas. “Trabajamos con una granja holandesa que hace la cría del insecto y prepara la harina. Y luego tenemos otro partner que mezcla la harina con las proteínas vegetales y añade los sabores”, precisa Playà.
Actualmente, ofrece este preparado para batidos de proteínas en tres sabores -chocolate y maca; fresa con chocolate blanco y baobab; y vainilla con coco y canela-, que se presenta en paquetes de 650 gramos -unos 50 servicios-, con un precio de 35 euros.
Por ahora, la compañía no se plantea asumir la producción directamente, pero sí está haciendo cambios en el desarrollo de sus productos. Hace unos meses, la empresa de innovación gastronómica Gastro Ventures entró en su accionariado. Gracias a este acuerdo, un equipo liderado por Pere Castells, exdirector de científico-gastronómico del restaurante El Bulli, apoyará a Becrit en la labor de I+D, con la intención de crear nuevos productos con los que abordar el mercado de gran consumo. El objetivo es ir más allá de los actuales batidos de proteínas.
El lanzamiento de los nuevos productos será un paso esencial para penetrar en la gran distribución. Playà asegura que están a punto de anunciar un acuerdo con un importante grupo distribuidor. “Nuestros productos se pueden comprar en 30 puntos de venta en toda España. Sobre todo, son tiendas de nutrición deportiva. También alguna herboristería o parafarmacia. Pero nos hemos enfocado en el canal ecommerce”, comenta el CEO. Así pues, sus batidos de proteínas se pueden comprar en su tienda online y en otros comercios electrónicos, como Amazon, Naturitas o Nutritienda.