Detectaron un nicho de mercado y fueron a por él. “La idea surgió tras hablar con muchos profesores y comprobar que muy pocos utilizaban tecnologías en las aulas (pizarras digitales, ordenadores…) porque las herramientas existentes eran demasiado técnicas y, en concreto, las plataformas no estaban pensadas para colegios sino más orientadas a adultos y a la educación a distancia”, explica Gonzalo Baranda, fundador, junto a Joao Marques, de Blinklearning, una plataforma pedagógica que permite personalizar la educación a través de soluciones tecnológicas avanzadas. “Es una solución de e-tutoring que, basada en un entorno colaborativo de creación, edición y dinamización de contenidos digitales, permite a los docentes complementar y crear contenidos interactivos ajustados a las necesidades y ritmos de aprendizaje de cada grupo de estudiantes, así como diagnosticar todas sus áreas de mejora”, subraya Baranda, que, al igual que su socio, proviene de grandes consultoras.
Seguimiento individualizado
En ese sentido, los profesores pueden enriquecer los contenidos editoriales, así como generar los suyos propios adaptándolos a las necesidades de sus alumnos. “Al mismo tiempo, Blinklearning permite hacer un seguimiento individualizado de cada alumno, pudiendo identificar las áreas donde necesita refuerzo. El objetivo es permitir a todos los profesores el uso de los contenidos digitales de forma muy sencilla facilitando su uso a los alumnos tanto en clase como en casa”.
La plataforma, disponible en varios idiomas, “es la única del mercado que permite trabajar con todas la editoriales, accediendo a todos los libros y contenidos digitales y pudiendo hacer un seguimiento centralizado de los avances de los alumnos”.
Levantaron una primera ronda de financiación –de 150.000 euros– entre inversores en Londres, “para lo que tuvimos que hacer unas estimaciones y cuantificar el potencial de negocio. Además hicimos bastante trabajo cualitativo hablando con profesores y colegios y evaluando la infraestructura tecnológica de los colegios”. Con esa primera inversión se centraron en el desarrollo informático de la plataforma. Y después captaron un préstamo de 340.000 euros de Neotec, del CDTI. “El producto no lo comercializamos hasta septiembre de 2011. Para el 2012, la previsión de facturación será de 500.000 euros”.