Relleno para almohadas, absorbe olores naturales o filtros para el agua corriente son algunos de los productos que ofrece Charcolive. La empresa surge en 2006 de la mano de Rafael Pérez, doctor en Ciencias Químicas, Carlos Macías, biólogo y Francisco Aguado, fabricante de maquinaria. “Desde 1993 viajo mucho a Japón y allí me sorprendió la relación que los japoneses tienen con la naturaleza” explica Rafael Pérez. Allí tuvo la ocasión de probar una almohada rellena de carbón vegetal y le sorprendió gratamente. “Pensé que un carbón vegetal esférico podría tener hueco en ese mercado y solucionar muchos de los problemas de confortabilidad de las almohadas”. Y de ahí los huesos de aceitunas.
Con una inversión de 100.000 euros entre recursos propios y una subvención de la Junta de Andalucía, desarrollaron y patentaron un calcinador y pusieron en marcha la empresa. La elección del mercado orientado a los productos ecológicos y naturales no es algo aleatorio. “En su conjunto supone un mercado de 46.100 millones de euros a nivel mundial y su crecimiento anual es del 19%” afirma Rafael.
En Charcolive piensan globalmente y por eso cuentan con tienda virtual en Estados Unidos y en Japón, y pretenden abrirse próximamente a otros mercados con tiendas web en Dinamarca, el Reino Unido o Alemania ya sean en propiedad o franquicias. Para ello, buscan financiación entre distintas organizaciones de Business Angels.